Gabriel G. Márquez nos atrapa con su magia

Mar 4, 2024 | 365 días de libros

Aunque ya hayan pasado más de 50 años de la publicación de Cien años de soledad y el 17 de abril se cumplan 10 años de la muerte, en Ciudad de México, de este genial escritor, será el próximo 6 de marzo de 2024 cuando el grupo editorial Random House, en el marco de la Feria del libro de Frankfurt, publique en todos los países de lengua española (excepto en México que será publicada por Planeta) En agosto nos vemos, la undécima y última novela inédita y póstuma de este premio nobel para conmemorar los 97 años de su nacimiento en Aracataca, Colombia. Quizás sea el acontecimiento editorial más importante del presente año con traducciones a distintas lenguas.

La primera vez que se tuvo constancia de la existencia de esta novela fue en 1999 cuando Márquez leyó uno de los fragmentos en la Casa América de Madrid, anunciando al mismo tiempo que dicho relato formaba parte de una próxima novela que estaba escribiendo compuesta por cinco historias. Este encuentro donde el Nobel leyó ese cuento estuvo organizado por el Foro de la Sociedad General de Autores. García Márquez contaba con 72 años y acababa de superar un cáncer. El relato leído en Casa América se iniciaba así: “Volvió a la isla el 16 de agosto en el transbordador de las 3 de la tarde. Llevaba una camisa de cuadros escoceses, pantalones de vaquero, zapatos sencillos de tacón bajo y sin medias y una sombrilla de raso y, como único equipaje un maletín de playa. En la fila de taxis del muelle fue directa a un modelo viejo y carcomido por el salitre. El chófer la recibió con un saludo de viejo conocido y se lanzó dando tumbos a través del pueblo indigente, con casas de bahareque y techos de palma amarga, y calles de arenas blancas frente a un mar ardiente”.

Sin embargo, el escritor le concedió prioridad a la redacción de Vivir para contarla, sus esperadas memorias publicadas en 2002. En 2004, llegó Historia de mis putas tristes, su última obra de ficción, por lo que En agosto nos vemos (que debería salir a la luz entonces) quedó archivada.

Tras el fallecimiento del autor el 17 de abril de 2014, la familia ya era conocedora de la existencia de este manuscrito que estaba escribiendo, pero nunca se pronunció acerca de su publicación. Este nuevo título se hallaba, como el resto de su archivo personal, en el Centro Harry Ramson en Austin (Estados Unidos) al ser comprado en 2014 a la familia Márquez; y aunque en 2017 abrió al público parte de los documentos que se hallaban digitalizados, nunca lo hizo con el manuscrito En agosto nos vemos.

Fue precisamente su familia, tras repasar y releer la obra, quien creyó que tenía méritos suficientes para que sus lectores pudiesen continuar gozando de su escritura. Los propios hijos del autor, Gonzalo y Rodrigo, se pronunciaron al respecto: “Es el fruto del último esfuerzo por seguir creando contra viento y marea. Leyéndolo una vez más a casi diez años de su muerte, descubrimos que el texto tenía muchísimos y muy disfrutables méritos y nada que impida gozar de lo más sobresaliente de la obra de Gabo: su capacidad de invención, la poesía del lenguaje, la narrativa cautivadora, su entendimiento del ser humano y su cariño por sus vivencias y desventuras, sobre todo en el amor, posiblemente el tema principal de toda su obra”.

El libro, que lucirá en la portada una ilustración del prestigioso portadista español David de las Heras, explora la feminidad, la sexualidad y el deseo. Se trata de un himno de celebración de la libertad de las mujeres y una exploración del deseo y la sexualidad femeninas en la mediana edad. En la portada se puede apreciar a una mujer, de pie, en un cementerio, con traje blanco y sombrilla amarilla. Luce negro cabello y a su alrededor figuran pequeñas lápidas y un árbol descomunal. La novela narra la llegada en transbordador de una mujer, Ana Magdalena Bach, de 52 años y casada con un famoso director de conservatorio de música caribeño que cada año acude a visitar la tumba donde se halla enterrada su madre. Así lo hizo durante 28 años, y cada 16 de agosto cumplió puntualmente con la visita a esta tumba materna donde depositaba un ramo de gladiolos al tiempo que le cuenta las últimas novedades de la familia.

Su matrimonio es feliz, pero se ha vuelto una rutina que termina quebrándose el día que visita la isla, pues anualmente, y en esta fecha, se aloja en la misma habitación del mismo hotel donde tiene varios encuentros sexuales e inesperados con diferentes amantes que suscitarán en ella múltiples reflexiones en torno al deseo, el amor, la memoria…Entre los diferentes hombres con los que tendrá encuentros a escondidas se halla un obispo o un criminal buscado por las autoridades; aunque quien la marca para siempre es un hombre que ya se ha ido a la mañana siguiente dejándole un billete de 20 dólares en un libro. Esta conducta la hiere profundamente hasta convertirse en una obsesión.

Con un singular y seductor estilo que le caracteriza, lleno de creatividad y lenguaje melódico, García Márquez celebra en esta obra la vida, la capacidad del disfrute y el deseo femenino a pesar del implacable paso del tiempo. Reúne en ella todas las características que siempre han brillado en sus obras.

Fue en 2008 cuando su amigo el periodista José Salgar aseguró a EFE que Márquez estaba finalizando esta novela con la que pensaba cerrar el ciclo comenzado en 1985 con El amor en los tiempos del cólera. En un principio esta novela tendría unas 150 páginas, pero no tuvo tiempo de producir la versión final debido a su avanzada edad y a los problemas de memoria que le aquejaban. A veces utilizaba varios años en revisar la obra.

La publicación de esta novela es, sin duda, un regalo literario que nos permitirá seguir explorando su profunda comprensión del ser humano y su inexorable afecto por las experiencias y adversidades de la vida.

Javier González Pérez