La escritora francesa Delphine de Vigan desde pequeña ha tenido gran entusiasmo e inclinación por la literatura, siendo su primer éxito “No y yo” y gracias al reconocimiento con el Premio Rotary International en 2009, y una adaptación cinematográfica la consagraron como escritora profesional. Después han ido llegando más premios y reconocimientos.

En este caso el cometario será sobre “Las lealtades” obra precisa y concisa, pero expresando muy bien las situaciones y los sentimientos de los personajes.

El personaje principal es Théo, un adolescente de 12 años de padres separados que comparten su custodia, que vive con ambos de forma alterna. Además de Théo hay otros que le acompañan en el relato y entre todos se describe un ambiente de seres solitarios y heridos. Todos caminan hacia la autodestrucción. La relación con su padre y su madre es distante y conflictiva, derivada de los problemas que ellos mismos acarrean. Esta situación tan falta de cariño y emotividad en el chaval, tiene una válvula de escape, que es el alcohol. En la relación todas estas carencias se perciben en el desarraigo y la tristeza. Es un ambiente gris y frío.

Théo tiene una sensación de desprotección en los distintos ambientes. Tiene que afrontar la separación de sus padres sin importar afectivamente a ninguno, se tiene que acomodar.

Hélène es profesora y tutora de Thèo se quiere comprometer en la situación del mismo pues intuye cosas que pueden estar pasando nada favorables y convenientes, además eso la hace recordar vivencias de su propia infancia.

El mejor amigo de Thèo, Mathys no tiene la misma situación familiar, pero es también solitario e introvertido, y se deja llevar y entre sus actividades conjuntas está el beber. Influido por el ambiente de su casa, pues su madre Cécile, después de averiguar que su marido tiene unos escritos racistas y homófobos se plantea el desconocimiento que tiene de él y se siente traicionada.

El título de las lealtades o la falta de ellas es inherente a las relaciones humanas y pueden salvar a los que forman parte de ese entramado social.

La narración combina dos tipos de narradores, la voz de Hélène siempre es primera persona y otro en tercera persona cuando son Thèo, Mathys o Cécile los protagonistas y ellos completan toda la trama con sus vivencias. Las circunstancias van desarrollándose de forma que las soluciones no vengan de la manera más adecuada.

El libro es muy sobrecogedor y el final impactante, la historia se acaba y ya está. Lectura muy recomendable y en nuestra biblioteca la puedes encontrar.

Rosa Jiménez Villarín, 21 de diciembre de 2023