Esta semana parecía propicia para dedicar unas líneas a algunos artistas ilustres fallecidos recientemente, como Tony Bennett, Astrud Gilberto o Sinéad O’Connor. Pero debe ser que tengo muchas ganas de vacaciones y no me quito la imagen del mar de la mente. Es lo que pasa cuando vives en Madrid a cientos de kilómetros de la costa. Así que cambiamos los obituarios por una selección aleatoria de canciones donde el mar es el protagonista, bien como elemento de inspiración, como temática principal o sobre todo formando parte del título. Vamos a darnos un chapuzón en condiciones.
Comenzamos con la composición más famosa del francés Charles Trenet, un clásico de 1946. Una canción que ha conseguido perpetuarse con más de 400 versiones.
Precisamente la versión más conocida es la de Bobby Darin, el que fuera ídolo juvenil en las décadas de los 50 y 60. Beyond the sea fue un auténtico éxito que vendió millones de copias.
Del mismo año, 1959, es este temazo irresistible de Phil Phillips. Sea of love alcanzó el número uno de las listas de r&b en EEUU, y volvió a recuperarse con éxito en 1989 gracias a la película del mismo nombre protagonizada por Al Pacino (en España traducida como Melodía de seducción).
Sin palabras. Sapore di sale, sapore di mare… Sabor a Italia. Desde 1963 un himno vacacional y un reclamo turístico para el país. Escrita por Gino Paoli, y con arreglos de Ennio Morricone.
El Rey del Soul, siempre añorado, nos regaló esta canción imprescindible que fue su mayor éxito de manera póstuma. Sólo tienes que sentarte en el muelle y dejarte arrullar por el sonido del mar. Inmortal Otis.
Dejamos el soul sesentero para avanzar hacia la década de los 80 con la banda británica Echo & the Bunnymen. Representantes de las corrientes imperantes del post-punk y la new wave, siempre se les ha considerado un grupo infravalorado para su calidad y méritos.
Un cambio brusco para recibir a Alan Menken, el reconocido y multipremiado compositor habitual de la factoría Disney. En este caso destacamos la banda sonora de La Sirenita y en concreto Under the sea, canción por la que obtuvo los premios Oscar y Grammy.
Ya en los 90, ahora es el turno de Weezer. Aunque en su canción el mar aparece como una barrera física que favorece la separación, siempre es un placer escuchar a Rivers Cuomo y los suyos.
La banda británica Morcheeba tuvo su momento de apogeo a finales de los 90, enclavada en aquella corriente musical que se denominó trip-hop, una mezcla de pop, electrónica y ritmos suaves y envolventes. The sea es uno de sus temas más famosos, en parte gracias a la voz de Skye Edwards.
En España tenemos a nuestro Fito con sus Fitipaldis. En su segundo disco de 2001, Los sueños locos, aparece Al mar. Que comienza con esta letra: “Ya estoy aquí otra vez / en la orillita del mar / mientras me mojo los pies / he empezado a imaginar”.
The Kooks, grupo británico de indie rock (en la línea de Arctic Monkeys o The Fratellis), nos hablan de enamoramiento a la orilla del mar.
Corinne Bailey Rae iba encaminada a ser una estrella rutilante del neo-soul y el r&b, pero se quedó a medias en el camino. En 2010 publicó su segundo álbum, The Sea, y aquí tenéis la canción que le da nombre. Elegancia y clase a raudales.
Beach House, el dúo de Baltimore, también son especialistas en construir canciones hermosas a través de ritmos lentos, evocadores y oníricos.
Los celebérrimos Coldplay suelen manifestar habitualmente su apoyo a temas ecologistas y su preocupación por el cambio climático. Podría haber elegido algún otro tema (como Swallowed in the sea), pero al final ha sido Oceans, que en realidad trata sobre el aislamiento y la soledad.
Más amor y playa, en este caso a cargo del cantautor Ed Sheeran. Y con las Canarias como telón de fondo. No apto para intolerantes a productos edulcorados.
Lo más impresionante de Ocean eyes es que Billie Eilish la grabó cuando sólo tenía 13 años, y al año siguiente ya se había convertido en un fenómeno viral a través de YouTube. Si nada cambia, el presente y el futuro son suyos.
Volvemos a España con los aragoneses Amaral y su último disco hasta el momento, Salto al color. Aquí encontramos una canción con una letra muy marítima.
Y esto iba a ser todo. Pero he pensado que el final sería más redondo si recordamos a Astrud Gilberto (fallecida hace poco) y su súper clásico Garota de Ipanema. Creo que ya no aguanto más sin irme a la playa.