Como cada 25 de noviembre, se celebra hoy El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha se hace universal desde la conmemoración de un hecho local, el asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), durante la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana. La efeméride fue puesta sobre la mesa por el movimiento feminista latinoamericano en 1981 y asumido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999. Desde entonces, la potencia icónica del caso de las hermanas opositoras Mirabal, también llamadas las Mariposas, y su influencia cultural, no han parado de crecer. Hemos querido investigar la huella sonora que ha dejado el caso hasta el momento.
Aunque no es muy conocida en España, Sonia Silvestre fue una cantante y locutora dominicana muy importante en su país. Silvestre fue partícipe desde Santo Domingo de la agitación social y política de los años sesenta y se consagró en los entornos de la canción de autor con contenido social en la década siguiente. Más tarde, ya en los años noventa, cosecharía grandes éxitos de público con su reivindicación de la bachata. Suya es la canción más conocida sobre las hermanas Mirabal, llamada La tierra escrita, que compuso e interpretó sobre el poema de la escritora dominicana Aída Cartagena Portalatín.
En 2001, el director Mariano Barroso adaptó a la televisión la novela En el tiempo de las mariposas (Julia Álvarez, 1994). La producción, que conservó el título del libro, contó con intérpretes de relumbrón como Salma Hayek, Edward James Olmos o Marc Anthony. La banda sonora original de la película la firma Van Dyke Parks, un músico mítico que comenzó su carrera colaborando con los Beach Boys y ha participado posteriormente en álbumes de medio Olimpo de la música popular contemporánea: U2, Randy Newman, Harry Nilsson, The Byrds, Cher, Rufus Wainwright, Sam Phillips, Ringo Starr, Frank Black, The Beau Brummels, The Manhattan Transfer, Medicine, Keith Moon, Sixpence None the Richer o Carly Simon.
No nos resistiremos a enlazar este trabajo de instituto para una asignatura de castellano de dos alumnos de Filadelfia sobre la película. Hacen el ejercicio de desgranar las distintas escenas de la cinta sobre las Mirabal, enriqueciéndolas con su propia banda sonora. Aunque las elecciones anglosajonas nos podrían parecer extrañas –Coldplay o Lauryn Hill, entre otros– sus explicaciones son inapelables.
La historia de las hermanas dominicanas se ha hecho, sin duda, muy popular e icónica en las últimas décadas. A ello contribuyó también el éxito de la novela La fiesta del chivo (Mario Vargas Llosa, 2000) (ver en la biblioteca), que se centra en el asesinato del dictador Rafael Trujillo, donde aparece reflejada la historia de las Mirabal. En 2006 se hizo la inevitable adaptación cinematográfica, con banda sonora del músico y director de orquesta dominicano José Antonio Molina.
Como todas las dictaduras, la de Rafael Trujillo produjo a su alrededor numerosas adhesiones culturales y adulaciones con partitura. Sin embargo, también hubo una oposición sonora. Por ejemplo, encontramos Que me tumben a Chapita –“”¡Que lo tumben!”, se pide en la letra–, un merengue interpretado por Porfi Jiménez y su orquesta provisto de una letra muy directa.
Patria, Minerva y María Teresa fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones antes de ser asesinadas el 25 de noviembre de 1960. Hoy, su historia se ha convertido en un símbolo de lo que no debe volver a suceder y es este un mensaje que también entra por los oídos.
Bonus Track: aunque no encajaba bien en el relato hilado en el post, dejamos por aquí esta canción inspirada en las Mirabal del dúo Gypsy Soul.