“Valerio Lazarov la metió como una interferencia atronadora en un VHF almidonado de copla, chicas yeyé y muchachas lánguidas y estáticas que presumían de rebeldía porque el mundo las hizo así. Frente a la resignación y el destino aceptado, los descoyuntes y espasmos bailongos de Carrá eran pura autodeterminación. Ahí venía una italiana a enseñarles a los españoles un arte que habían olvidado: el de hacer lo que a cada cual le viniese en gana. Sin moralinas, sin justificaciones, sin doctrina. Raffaella votaba comunista, como era preceptivo en alguien de su condición en esa época, pero no se le notaba porque no sabía sermonear.”
Sergio del Molino (El País)
Raffaella Carrá – Caliente, caliente
Ese bailecito discotequero, la vestimenta roja ajustada, esas mallitas rosas de los bailarines. Impagable. Puro divertimento sin prejuicios. Hace un mes que conocimos el fallecimiento de Raffaella Carrá, considerada por muchos como la “musa de la libertad”. La noticia la comunicó su expareja Sergio Japino: “Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento resplandecerán siempre”. Artista muy popular y polifacética, siempre la recordaremos como presentadora, cantante o bailarina, pero a eso unía sus facetas de compositora, actriz y coreógrafa.
Raffaella Carrá – Fiesta
Durante varias décadas ha sido un rostro muy conocido en nuestro país, una persona que supo conectar a la perfección con el público español. En los años 70 nos conquistó con sus ritmos pegadizos, despreocupados e irresistibles, una mezcla de la imperante música disco y sonidos rumberos autóctonos. A lo largo de su carrera ha publicado unos 25 álbumes y vendido en torno a 60 millones de discos. Pero, incluso con estas cifras mareantes, será recordada al mismo nivel como presentadora de televisión. Una tarea que le llevó a numerosos países y que compaginó principalmente entre Italia, donde era conocida como Raffella, y España, donde todos la llamábamos la Carrá.
Raffaella Carrá – Hay que venir al sur
Poco más que decir de esta auténtica diva e icono del espectáculo hedonista (también un referente para la comunidad LGTBI). Sinónimo de diversión, alegría y humor, su música nos ha acompañado en todo tipo de fiestas o celebraciones. Prácticamente imposible no haber bailado un tema suyo en algún momento de nuestras vidas. Todavía recuerdo mis años mozos (y no tanto) cuando en algunos garitos nocturnos llegaba la hora canalla en que se desperezaba a la clientela a ritmo de Camilo Sesto, Karina, Nino Bravo o Paloma San Basilio. La Carrá no podía faltar.
Raffaella Carrá – En el amor todo es empezar
Para finalizar, me gustaría citar una frase que he leído en un artículo de Boris Izaguirre en el País, que dice que la artista viajaba a menudo por el mundo, “en especial por Latinoamérica, mucho más que el Papa, porque su evangelio era el entretenimiento, haciéndonos a todos partícipes de que la sociedad cambia mejor si viene acompañada de humor”.