Todos tenemos recuerdos de las ciudades que visitamos o donde pasamos parte de nuestra vida. Y además, tenemos músicas que relacionamos con esos lugares. Y aún diría más, tenemos músicas que nos evocan los sitios donde nunca hemos estado. Os propongo un viaje musical por varias ciudades del mundo (y algunas islas).
Viena:
A mí me pasa como a Berlanga: si no escribo la palabra austrohúngaro en un post, no estoy contenta. Así, que la capital de ese imperio es una parada obligada en este periplo viajero musical. Y aunque podría hablar de Mozart, Mahler o los Strauss, en este caso me quedo con Lorca y Leonard Cohen. Pero no exactamente, me quedo con dos versiones que se han hecho del Pequeño vals vienés de Lorca con música de Leonard Cohen: la de Morente y Lagartija Nick en Omega y la de Silvia Pérez Cruz y Raúl Fernández en su disco Granada. Un vals tan desgarrador como el poema.
Venecia:
Me voy a poner tópica y la voy a llamar la ciudad de los canales y empezar a cantar por Charles Aznavour y Julio Iglesias…En realidad, no, me he quedado un poco exhausta con el desgarro vienés pasado por el flamenco y el rock y he decidido hacer un poco el gamberro con un jersey a rayas como los Hombres G. Por cierto, ¿siguen existiendo los polvos pica-pica?
Nueva York:
¿Pensabais que iba a entonar el New York, New York , cual Liza Minelli con unos guantes hasta el codo estilo Gilda o con un mono estilo Abba? Pues os habéis equivocado: pasé mi adolescencia y primera juventud en los 80 así que para mí “no hay marcha en Nueva York y los jamones son de york” como cantaban Mecano.
Hawaii:
Pues también podría seguir con los ripios de Mecano y lanzaros un bexo a la luz del flexo, pero es que en mi infancia me hinché a ver películas de Elvis Presley y mi idea de Hawaii está absolutamente ligada a lo que aparecía en ellas. A más gente le ha debido pasar esto o ¿es casual la invasión de ukeleles de los últimos años?
Madrid- Buenos Aires:
Ha llegado el momento de la nostalgia: me he dado cuenta que tengo especial predilección por dos canciones que establecen una conexión entre Madrid y Buenos Aires. Nunca he estado en esa última ciudad pero no puedo dejar de emocionarme cuando escucho la versión que Adriana Varela hace de Con la frente marchita de Joaquín Sabina.
Y aunque la canción solo habla de Madrid, veo la sombra de Buenos Aires en Un vestido y un amor de Fito Páez , que adoro escuchar en la versión de Caetano Veloso con los arreglos de Jaques Morelenbaum.
Sao Paulo:
Esta última referencia a Caetano Veloso, me hace recordar la ciudad de Sao Paulo a través de la canción Sampa, que es como se la llama cariñosamente. Esta canción de Caetano es una especie de Pongamos que hablo de Madrid, ya que nos cuenta los sentimientos contradictorios que experimenta como inmigrante venido de Bahía, ante la gran ciudad industrial: por un lado, le asusta el cemento y el humo de las fábricas, pero por otro se siente acogido bajo su sempiterna llovizna (garoa). Aquí le tenéis cantándola junto a María Gadú.
La Habana-Cádiz:
En este caso, no conozco ninguna de las dos ciudades pero las Habaneras de Cádiz de Carlos Cano acompañaron muchísimas veladas en mi vida. No había fiesta en la que un amigo no se sentara a un piano y nos hiciera cantarla a todos los asistentes. La letra es muy evocadora e incluso tiene un aire reivindicativo con esa alusión a las bases americanas de Guantánamo y Rota, y por otro lado, esos cambios de ritmo entre tango y habanera son un verdadero hallazgo. Para redondear y acabar el post, volvemos a Silvia Pérez Cruz.
Esta sería mi geografía músico-sentimental, ¿compartís alguna de las sugerencias musicales?
Marian Ramos