B.B. King se formó como músico en Memphis, lo cual ayuda a explicar las peculiaridades de su estilo, un sonido único que parte del blues de raíces para ir incorporando elementos del jazz, el gospel, el pop o el swing. King desempeña un papel fundamental en la difusión y popularización del blues entre el público blanco, y su influencia es notoria en artistas como Eric Clapton, The Beatles, Jeff Beck o The Rolling Stones. Su longevidad profesional no ha mermado en absoluto su energía vital y King parece encontrarse de gira permanentemente (la estadística es de cerca de 15.000 conciertos a lo largo de su vida, alcanzando algunos años las 300 representaciones). Entre los múltiples premios y distinciones que posee, hace unos años la prestigiosa revista Rolling Stone elaboró una lista con los cien mejores guitarristas de la historia, otorgando a B.B. King el tercer puesto.
Blues on the bayou está producido por el propio King y supone un deseado regreso a lo “básico”. La simplicidad y la escasez de arreglos son factores destacados en este trabajo, uno de los que mayor satisfacción personal ha proporcionado al veterano guitarrista. El disco se grabó en Lafayette (Louisiana) en tan sólo cuatro días, con la participación de la banda que habitualmente acompaña al músico en los conciertos. B.B. King lo explica a la perfección:
“Of the many records Lucille and I have had the pleasure of recording over the years, this one is especially close to my heart (…) Go to a studio and, without a lot of fanfare, cut B.B. King songs with B.B. King’s band under B.B. King’s supervision (…) All live, all real. Just basic blues”
Sin duda, un disco relevante del último período de este gran icono del blues que es B.B. King.
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