A continuación vendrían The bends (1995) y OK Computer (1997), dos discos imprescindibles y fundamentales para acercarse a la década de los 90. El primero ofrecía un sonido personal marcado por las densas atmósferas sobrecargadas de guitarras, mientras el segundo, expresivo y poético, suponía un ejercicio de rock melódico con ritmos hipnóticos. Esto les catapultó al estrellato internacional, a los conciertos multitudinarios y a las portadas de todas las revistas especializadas, lo que acabó provocando en el grupo cierto cansancio y agotamiento (el líder y vocalista Thom Yorke es una persona con un carácter algo sombrío y depresivo). Radiohead decidió escapar del tumulto con la publicación de Kid A (2000) y Amnesiac (2001), dos notables ejemplos de experimentación electrónica minimalista, pero la crítica y los fieles seguidores volvieron a responder con entusiasmo.
The best of Radiohead es el primer recopilatorio del grupo y aparece rodeado de polémica. Radiohead se ha desmarcado completamente del contenido del disco y se comenta que su salida al mercado es una especie de “venganza” de EMI como represalia por el reciente abandono del sello discográfico por parte de la banda. La mayoría de fans también considera que es una selección irregular e insuficiente (Radiohead es más un grupo orientado hacia los álbumes completos que hacia los sencillos), pero en realidad estos dos cd’s son una excelente oportunidad para conocer la variedad de su estilo y sus canciones más emblemáticas (Creep, Karma police, Just, Fake plastic trees, No surprises, High and dry, Pyramid song, Street spirit (fade out), True love waits…). La compilación es parcial, pero la música es fantástica.