“Es un canon en sí mismo, un estilo que aúna gravedad alemana por formación y corrientes del pop. Un natural eclecticismo donde conviven Beethoven y Mahler con el jazz, The Beatles y el tecno. Sin renunciar a un riesgo que ejerce con pedagogía.”
Jesús Ruiz Mantilla (El País)
- Porque acaba de recibir el Oscar a mejor Banda Sonora por su composición para Dune, la película de Dennis Villeneuve, aunque lo más sonoro de la ceremonia fuese la bofetada de Will Smith.
- Porque es su segundo galardón tras el conseguido por El Rey León en 1994.
- Porque desde su primera nominación, Rain Man en 1988, su proyección ha sido meteórica, sumando innumerables nominaciones a los Oscar, además de numerosos premios Grammy, Bafta o Globos de Oro.
- Porque el compositor alemán es un artista muy prolífico con más de 150 bandas sonoras en su haber.
- Porque todos, en alguna ocasión, hemos disfrutado de su música en películas como Gladiator, Dunkerke, La delgada línea roja, Sherlock Holmes, Interstellar, Origen, 12 años de esclavitud, El código Da Vinci, la trilogía de Batman, Thelma y Louise, Marea roja o Paseando a Miss Daisy.
- Porque ha trabajado (y le reclaman continuamente) con grandes directores como Christopher Nolan, Ridley Scott, Ron Howard o Terrence Malick.
- Porque su estilo, del que es un auténtico referente, supone la perfecta integración de la música electrónica con los arreglos orquestales tradicionales.
- Porque nos gusta su pasado pop ochentero, su dominio de los teclados y sintetizadores que ha desembocado en las melodías rítmicas tan características de sus composiciones.