“Vagalume” la última novela del poeta, novelista y guionista de cine español Julio Llamazares. Es de una lectura sencilla, muy bien escrita con buena descripción de los ambientes, situaciones y reflexiones que invitan a pensar y cavilar sobre asuntos personales.

Nuestro narrador, César, acude al entierro de su antiguo maestro y mentor, Manolo Castro, el que le transmitió el amor al oficio de periodista y le enseñó mucho de literatura que era su verdadera pasión. Sus encuentros eran muy esporádicos pero su amistad grande. Vuelve a una ciudad en la que vivió seis estupendos años dejándole una enorme huella pero que ahora es muy extraña para él, nota muchos cambios, la tenía muy mitificada.

“Muchos cambios en la ciudad, en la redacción del periódico y en la forma de trabajar los periodistas”
“qué el tiempo nos va alejando de las personas lo mismo que los recuerdos”

Cuando César llega a la redacción del periódico le encargan la sección de Cultura, pensando que nadie la va a leer y que es menos importante, situación frecuente en muchos ámbitos.

A veces se piensa que se conoce la vida de los demás, pero la realidad nos hace ver que las cosas son distintas. Después del entierro recibe un paquete con una novela de Manolo Castro que fue censurada y desde entonces piensa que había dejado de escribir, pero la sorpresa fue que encontraron novelas, cuentos y una obra de teatro inéditas. Su mujer e hijas no conocían la existencia de dichos libros, las produce cierta contrariedad, hay una cierta necesidad de saber algunas cosas cuando alguien muere.

“Todos tenemos tres vidas, la pública, la privada y la secreta”

A partir de este momento se pone manos a la obra para leer todos los escritos de Manolo Castro y averiguar lo que le motivó a seguir escribiendo en secreto. Es una reflexión sobre la escritura, sobre la necesidad que tienen los escritores de escribir y hacerlo de noche cuando los demás duermen. El título hace referencia al libro censurado que este era su título y a la labor nocturna, iluminada y en solitario en que se desarrolla la acción de escribir. Durante la noche y con la luz encendida las historias se van pergeñando y tomando forma y contenido para dar lugar a los sueños. La noche tiene una magia especial y una soledad deseada para escribir.

“En la oscuridad de la noche, las luces de los edificios demostraban que había gente despierta en ellos, que, tras las ventanas rojas y amarillas, dependiendo de la luz de las bombillas encendidas, había personas que seguían conectadas a la vida, cada una de ellas con sus ilusiones y miedos acompañándolas como me sucedía a mí cuando escribía solo en la noche…”

En nuestra biblioteca tenemos obras muy interesantes de Julio Llamazares, y en nuestro blog una reseña a una obra muy emblemática de este autor “La lluvia amarilla”

Rosa Jiménez Villarín