Fatih Akin (1973, Hamburgo) es un director alemán de orígenes turcos, cuyo trabajo se centra en el contexto social e histórico de la diáspora turca, a través de los descendientes de inmigrantes procedentes del Bósforo.
Estudió en la Hoschchule für Bildende Künste de su ciudad natal, antes de debutar con notable repercusión con su cortometraje Sensin…You’re the one! (1995), trabajo que le significaría la obtención del Premio del Público del Festival Internacional de Cortometraje de Hamburgo.
Su primer largometraje de ficción, la sombría Short Sharp Shock (1997) también recibió un rotundo respaldo tanto por parte de la crítica como del público, obteniendo el Leopardo de Bronce en el Festival de Locarno, el Premio Adolf Grimm y el Premio Film Bavarois.
Más tarde, probaría como realizador de una road-movie con tintes amorosos In July (2002), el documental sobre las influencias de la inmigración en la segunda generación de su propia familia Wir Haben Vergessen Zurückzukehren (2000) y Solino (2002) flashback hacia los años sesenta con la historia de una familia trabajadora italiana que decide volver a empezar en Alemania.
En su film Contra la pared (Gegen die Wand, 2004. Oso de Oro en Berlín, Mejor película en el Festival de Cine Europeo y Goya a la mejor película europea), narra el desequilibrio personal de dos personajes turcos oprimidos por el rastro de su cultura. Su autor afirma que se trata de su película más personal. Inicia con un grupo de músicos actuando sobre una cama de alfombras y de espaldas a la estampa de la ciudad. Sibil y Cahit se conocen en una clínica. Ambos han intentado suicidarse. Él ya no tiene familia y ella ha deshonrado a la suya con un intento de suicidio. Sibil ve a Cahit como un medio para escapar de las conservadoras garras de su familia, y le pide que se casen, no para formar una nueva, sino para conseguir la independencia que desconoce. Quiere salir por las noches, bailar, ir al parque de atracciones, hacerse un piercing, pasear sin rumbo…Deseos que se instalan en su mente como consecuencia de una estricta educación musulmana. Pero no todo es tan fácil, la libertad puede llegar a ser un arma de doble filo y los protagonistas sucumbirán al caos y al peligro de la ciudad.
Carla Fernández Moragón (alumna de la UC3M)