Aprende con… Fabulario es programa de producción propia donde 6 ancianos del pueblo cacereño de Garrovillas de Alconétar relatan los cuentos y fábulas más populares, en compañía de Serafín, el príncipe rana. Se trata de la segunda temporada del serial Aprende con… de la directora y guionista Ainhoa Rodríguez. Es un formato original y autóctono, que fue nominado como Mejor Programa Autonómico de Entretenimiento 2008 por la Academia de las Ciencias y las Artes de la TV.El programa comenzó a emitirse en diciembre de 2009 en Canal Extremadura y, al igual que otras producciones de la cadena, cuesta englobarlo en un género determinado y único. Destaca de Fabulario el tratamiento de los cuentos infantiles, vistos desde la perspectiva de un grupo de ancianos. La tradición oral, ya casi perdida en televisión, es rescatada por medio del humor absurdo. Diariamente Claudio, Iluminada, Tomás, Manuela y Dimas relatan a los espectadores un cuento popular, que en muchas ocasiones viene acompañado por la escenificación de los propios protagonistas. En definitiva, “los cuentos de siempre contados como nunca”. Aunque el título deje entrever que es un programa enfocado a los niños, el guión y la puesta en escena delatan otras intenciones. El lenguaje utilizado está lejos, en ocasiones, de ser apto para el público infantil. Se suceden las palabrotas y las expresiones mal usadas (“te se ha caído), algo que lleva al espectador a pensar que los personajes improvisan constantemente. La puesta en escena acompaña a la pobreza del lenguaje. Una mesa, una lámpara y un sofá componen todo el decorado. El rodaje se realiza cámara en mano con planos desencuadrados o desenfocados que se suceden mediante cortes secos que eliminan la continuidad de la imagen.La cuestión autonómica está latente en todos los proyectos de Ainhoa Rodríguez. Como extremeña ha real izado varios trabajos para la televisión autonómica en los cuales explota la faceta rural de los personajes. En Fabulario, los abuelos de Garrovillas de Alconétar se desenvuelven frente a la cámara en un entorno austero. Se suceden los cuadros y las fotografías de los años 40-50, en una alusión directa a un pasado que extrañan. Sus protagonistas analizan aspectos cotidianos de la vida desde su peculiar forma de ver el mundo. Una visión anclada y un tanto antigua que se deja ver a través de los comentarios en clave de humor de los entrañables ancianos y que recuerda a la mentalidad de las zonas rurales menos desarrolladas. Hay, por tanto, cierta intención moralizante. De cada fábula infantil se extrae un consejo, una enseñanza que pretende ser aplicada a los tiempos modernos. En definitiva, hay un halo de crítica social bien camuflada tras la risa.Tal vez lo más interesante de Fabulario sea la elección de ancianos como protagonistas. Apenas hay espacios en la televisión que cuenten con personajes de esta edad. El humor se vuelve con ellos más absurdo e inteligente. A todo ello se le añade un plus de originalidad y es el hecho de escogerlos para reinterpretar la literatura y traducirla a su propio idioma.Claudia Hoya MoránMaría Matos ElicesGrupo 52
Aprende con… Fabulario, por Claudia Hoya Morán y María Matos Elices, alumnas de 4º curso de Periodismo y Comunicación Audiovisual UC3M
Aprende con… Fabulario es programa de producción propia donde 6 ancianos del pueblo cacereño de Garrovillas de Alconétar relatan los cuentos y fábulas más populares, en compañía de Serafín, el príncipe rana. Se trata de la segunda temporada del serial Aprende con… de la directora y guionista Ainhoa Rodríguez. Es un formato original y autóctono, que fue nominado como Mejor Programa Autonómico de Entretenimiento 2008 por la Academia de las Ciencias y las Artes de la TV.El programa comenzó a emitirse en diciembre de 2009 en Canal Extremadura y, al igual que otras producciones de la cadena, cuesta englobarlo en un género determinado y único. Destaca de Fabulario el tratamiento de los cuentos infantiles, vistos desde la perspectiva de un grupo de ancianos. La tradición oral, ya casi perdida en televisión, es rescatada por medio del humor absurdo. Diariamente Claudio, Iluminada, Tomás, Manuela y Dimas relatan a los espectadores un cuento popular, que en muchas ocasiones viene acompañado por la escenificación de los propios protagonistas. En definitiva, “los cuentos de siempre contados como nunca”. Aunque el título deje entrever que es un programa enfocado a los niños, el guión y la puesta en escena delatan otras intenciones. El lenguaje utilizado está lejos, en ocasiones, de ser apto para el público infantil. Se suceden las palabrotas y las expresiones mal usadas (“te se ha caído), algo que lleva al espectador a pensar que los personajes improvisan constantemente. La puesta en escena acompaña a la pobreza del lenguaje. Una mesa, una lámpara y un sofá componen todo el decorado. El rodaje se realiza cámara en mano con planos desencuadrados o desenfocados que se suceden mediante cortes secos que eliminan la continuidad de la imagen.La cuestión autonómica está latente en todos los proyectos de Ainhoa Rodríguez. Como extremeña ha real izado varios trabajos para la televisión autonómica en los cuales explota la faceta rural de los personajes. En Fabulario, los abuelos de Garrovillas de Alconétar se desenvuelven frente a la cámara en un entorno austero. Se suceden los cuadros y las fotografías de los años 40-50, en una alusión directa a un pasado que extrañan. Sus protagonistas analizan aspectos cotidianos de la vida desde su peculiar forma de ver el mundo. Una visión anclada y un tanto antigua que se deja ver a través de los comentarios en clave de humor de los entrañables ancianos y que recuerda a la mentalidad de las zonas rurales menos desarrolladas. Hay, por tanto, cierta intención moralizante. De cada fábula infantil se extrae un consejo, una enseñanza que pretende ser aplicada a los tiempos modernos. En definitiva, hay un halo de crítica social bien camuflada tras la risa.Tal vez lo más interesante de Fabulario sea la elección de ancianos como protagonistas. Apenas hay espacios en la televisión que cuenten con personajes de esta edad. El humor se vuelve con ellos más absurdo e inteligente. A todo ello se le añade un plus de originalidad y es el hecho de escogerlos para reinterpretar la literatura y traducirla a su propio idioma.Claudia Hoya MoránMaría Matos ElicesGrupo 52
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