Hace unos cuantos meses una entrada en este mismo blog nos recordaba la necesidad de guardar silencio en la biblioteca durante la época de exámenes. En ésta, que pudiera parecer contradictoria, queremos recordaros que en la biblioteca hay espacios para ambas situaciones.
Es fácil asociar biblioteca y silencio.
Hasta hace no mucho tiempo la imagen que teníamos de una biblioteca era la de un lugar en el que la gente estudia o lee aislada, en silencio, procurando no molestar a otros que hacen lo mismo. El menor ruido podía provocar una mirada de reprobación por parte del vecino de al lado o de esa bibliotecaria tópica integrada en el imaginario colectivo, moño, gafas y cara de vinagre, cuya única misión parecía ser la de velar por el silencioso orden de la sala de lectura.
La realidad es otra. Las bibliotecas actuales ofrecen una imagen bien distinta. Ciñéndonos a las bibliotecas universitarias, la incorporación de los grados ha hecho que se incremente notablemente la demanda de espacios para trabajar en grupo en contraposición al estudio individual y en silencio.
En nuestro caso hay espacios dedicados de manera continuada al trabajo en grupo, también los hay para trabajar en silencio e incluso hemos tenido que optar por crear algunos reversibles de modo que sean zonas de estudio individual en épocas de exámenes pasando después a zona de trabajo en común.
Busca las indicaciones correspondientes en tu Biblioteca o consulta en los mostradores de qué zonas dispones para tus necesidades ya que cada una de ellas ha adaptado sus espacios según su distribución y posibilidades.
Así que recuerda que te puedes encontrar con esto, tal como ya advertíamos en la entrada antes mencionada:
O con esto otro, que aunque no es frecuente pudiera suceder: