Con motivo del lanzamiento de la película en dvd y blu-ray en dos semanas, vengo a hablaros de Rogue One: una historia de Star Wars, película que sirve como spin-off dentro del universo Star Wars, que sirve para expandirnos toda la historia que se encuentra en este mundo y de paso para hacer de puente entre Star Wars: la venganza de los Sith y Star Wars: una nueva esperanza.
Rogue One nos cuenta la historia de Jynn Erso (Felicity Jones), una exiliada que está siendo perseguida tanto por los rebeldes como los imperiales debido a que su padre, Galen Erso (Mads Mikkelsen), fue el diseñador de la Estrella de la Muerte. Durante su odisea es capturada primero por los imperiales, para luego ser liberada y pasar a manos de los rebeldes. Los rebeldes consiguen información de que existen unos planos de la Estrella de la Muerte, que permite su destrucción, por lo que Jynn une fuerzas con el piloto Cassian Andor (Diego Luna), un droide deslenguado K2-SO (Alan Tudyk), un luchador metido en las artes de la fuerza Chirrut Îmwe (Donnie Yen) y su inseparable compañero de armas Baze Malbus (Wen Jiang). No hay que olvidar la presencia de Riz Amhed como un piloto desertor, y la de Forest Withaker como Saw Gerrera, importante personaje dentro del universo expandido. Todos ellos emprenderán la odisea para obtener dichos planos y poder acabar con uno de los mayores símbolos del terror del Imperio Galáctico. También hay que destacar el hecho de que Darth Vader se dé un garbeo en la historia, un secreto a voces durante la producción de la película, pero esta no es la única presencia importante, ya que otros dos veteranos de la trilogía original hacen acto de presencia.
Imagen del reparto principal
La película, en su mayor parte, ha reunido críticas positivas, entre ellas destacando el hecho de que a los fans les va a volver locos, y que sobre todo haya sido respetuosa con la trilogía original y a la vez que acepte el hecho de que sea una continuación de aquellas precuelas que es mejor olvidar. Pero no es oro todo lo que reluce, ya que la película no ha estado exenta de polémica debido a cierto uso abusivo de las nuevas tecnologías para [SPOILER] resucitar a Peter Cushing, el cual dio vida al Gobernador Moff Tarkin en Una nueva esperanza, para volver a asumir el mismo papel del Gobernador pero esta vez trasplantando la cara a Guy Henry (conocido por su papel de Pius Thicknesse en Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte I y II) [FIN DEL SPOILER]. No ha sido un caso aislado, ya que se ha empleado el mismo medio para otro personaje que sirve de conexión entre el final de esta película con Una nueva esperanza. Por otra parte, entre las críticas negativas (que las hay), se destaca que hay falta de riesgo (?), que la película podría haber dado más de sí, y que es un enredo moral sin diversión ninguna (se nota que nunca llueve a gusto de todos).
Comparación entre el Gobernador original y el creado mediante CGI
Entrando ya en el terreno de la opinión personal (aviso, revelaré unos cuantos spoilers), ésta es por ahora la mejor entrega de Star Wars que se ha hecho hasta la fecha, y os voy a explicar por qué. En primer lugar, Rogue One reúne lo mejor de la trilogía original y de las precuelas, consigue tener unos personajes que tienen distintos tonos y que no caen en el típico maniqueísmo de si son buenos o malos. Por supuesto que hablo de los protagonistas, ya que tanto Darth Vader como el Gobernador Tarkin son los malos malísimos de la función, pero vemos a un Cassian Andor que muestra su faceta más redentora, o que Saw Guerrera se sacrifica a favor de la causa rebelde a pesar de sus ideas extremistas. En segundo lugar, los ‘’cameos’’ de personajes veteranos, tanto de las precuelas (esto va por Bail Organa) como de la trilogía original (seguro que os sonará el nombre de Mon Mothma, líder de los rebeldes). Darth Vader tiene su momento de gloria en la última media hora de la película, cuando reparte estopa entre los rebeldes mientras intenta evitar el robo de los planos de la Estrella de la Muerte. Y, por supuesto, no puede faltar este gran momento cuando entramos en la Tantive IV (para los despistados, es la nave que asaltan al principio de una nueva esperanza) y vemos a una joven Leia Organa recibiendo los planos por los que Jynn y Cassian (más toda su compañía) han dado su vida.
Por otra parte, de añadir que estoy de acuerdo en que Rogue One ha puesto toda su carne en el asador, arriesgando más que nunca para poder marcar la diferencia con esta entrega. Y sí que lo han conseguido, con creces. El hecho de que muera hasta el apuntador, algo raro de ver en la factoría Disney, ha conseguido sorprender a pesar de que en Una nueva esperanza, se deja caer más de una vez que los rebeldes que consiguieron los planos, habían sacrificado su vida.
Para ir finalizando, hace poco, un usuario de la plataforma Vimeo, ha tenido la idea de unir el final de esta película junto al de una nueva esperanza, y cuyo resultado final es más que curioso porque apenas se pueden notar diferencias, teniendo en cuenta que ambas películas se han rodado con una diferencia de treinta y nueve años y que la tecnología empleada en ambas producciones no tienen nada que ver entre ellos. Al no notarse diferencias deja ver lo cuidada que ha sido la producción de Rogue One, cuidando muchos detalles para no crear incoherencias. Aunque hay dos cosas que, pensándolo fríamente, chirrían un poco. Empezaré con el hecho de que la Tantive IV salta al hiperespacio una vez que Leia obtiene los mapas de la Estrella, ya que en la siguiente película lo primero que vemos es que esta misma nave es abordada, pero si nos ponemos indulgentes, podemos decir que se sobreentiende que Darth Vader les ha seguido la pista durante un tiempo, y también se puede justificar como que añade épica al final. Por otra parte, impacta un poco el hecho de que al Sith no le tiemble la mano a la hora de masacrar a un buen grupo de rebeldes, y que en el abordaje durante una nueva esperanza, se muestre más tranquilo y que sus soldados hagan todo su trabajo. Visto así, hasta parece un poco anticlimático.
Saga de Star Wars en la Biblioteca.
Roberto Martín Ojeda (alumno de la UC3M)