En 2021 se celebra el centenario del nacimiento de Patricia Highsmith, mujer con una vida complicada, gran lectora interesada en temas como la maldad, la culpa, la mentira y el crimen. Estos temas fueron fundamentales en toda su obra, con gran calidad en sus novelas policiacas.
Comenzó a escribir muy joven, desde los 16 años hasta su muerte, con unos personajes muy bien caracterizados y rozando la psicopatía con una percepción de realidad negativa.
Publica su primera novela en 1950 “Extraños en un tren” que fue llevada al cine por el mago del suspense Alfred Hitchcock, lo que favoreció mucho para darse a conocer.
En el centenario de su nacimiento la vamos a recordar con la novela “El diario de Edith”, en la que una familia de clase media americana se traslada a vivir a una casa al campo. Edith, la madre de la familia, mujer buena y anodina de la que a lo largo de la narración iremos descubriendo otra cara y enseñando que las apariencias engañan, que muchas familias que aparentemente son felices dentro de sus casas la realidad es otra. Su cambio de residencia lo afrontan con ilusión y muchas expectativas.
Es un relato lineal localizado en Estados Unidos a mitad de siglo XX en un ambiente de clase media.
Se trasladan desde Nueva York a un pequeño pueblo de Pennsylvania. Su existencia parece bien organizada y tranquila y escribe, desde hace muchos años, en un diario en el que anota los pormenores de su existencia, que le ayuda a organizar su día a día. Tiene dos inconvenientes, al tener una casa más grande tiene que admitir en su casa a un tío mayor de su marido y su propio hijo Cliffie, que desde pequeño ha dado muestras de un comportamiento algo malvado con bastantes problemas de relación y falta de empatía.
“Todavía no eran las cinco de la tarde. Edith salió al porche delantero, con escalones laterales hacia la avenida de grava además de los que daban a la fachada. George, en el asiento junto a Brett, parecía llevar una bata a cuadros, y Edith sintió una punzada de compasión que se vio inmediatamente contrarrestada por la idea de que podía estar fingiendo.”
En su vida se produce un punto de inflexión muy importante después de que su hijo suspenda el examen de acceso a la universidad. Escribe en su diario lo que no ha pasado pero se reconforta y le hace sentirse mejor. A partir de este momento vivirá dos realidades, la que le ha tocado vivir y la que imagina, con la que se siente mejor. La mentira se ha instaurado en su vida, con conversaciones imaginarias.
Su vida conyugal tampoco es la ideal, su marido la deja y su hijo no es un gran apoyo ni una gran ayuda, en muchos casos molesto con un comportamiento ridículo, pero ella sigue con esa realidad imaginada que la reconforta. El aspecto esconde a una mujer con una fachada que esconde cosas más perturbadoras, con un importante desmoronamiento personal, con mucha soledad que se refugia en su diario para poder seguir hacia adelante. Hay muchos temas que se plantea en sus escritos y cada vez se va radicalizado un poco más.
Es un relato muy interesante, en el que se va viendo la evolución de la vida de los personajes y su evolución, de cómo afrontan las distintas situaciones que les va deparando su existencia y las consecuencias que pueden tener.
En nuestra biblioteca tenemos obras de esta estupenda escritora.
Rosa Jiménez Villarín