La mujer tranquila

29 de julio de 2014

A veces crees que todo marcha sobre ruedas y de repente, “¡Zas!, ¡en toda la boca!”, tu vida da un vuelco y todo se va al garete. Es lo que le pasó a Victoria, la protagonista de La mujer tranquila. Mujer, desde luego, pero de tranquila nada. A Victoria le toca seguir con su vida, o al menos intentarlo, en un lugar que se convierte en un personaje más de la novela: Galapagar, un pueblo “un poco cerrado, un poco cotilla, y con mucho encanto”.

Cubierta de La mujer tranquila

Cuando me fui a vivir a Galapagar a una casa un poco solitaria , empecé a pensar en escribir una novela tipo “El hombre tranquilo”, la película preferida de mi padre, del director John Ford, pero pensé tener como protagonista absoluta una mujer. Reconozco que la novela no me ha salido tan amable y romántica como la película. También quise hacer una novela romántica, ya que mi abuela me había regalado toda la colección de novelas de Luisa María Linares, y sí, hago referencia a ella, y títulos de sus novelas, pero la historia es de nuestros días, más dura, tiene algo de sexo, amor y algo de intriga.

Efectivamente, el personaje de Victoria descubre en la trama las novelas de Luisa María Linares, pero claramente estas nada tienen que ver con La mujer tranquila. Esta es una historia actual, que te engancha desde la primera página, en la que las miserias y bondades humanas resaltan en cada personaje.

La mujer tranquila es una buena manera de invertir una tarde de descanso de verano, un viaje en tren o una de estas noches en las que el calor no nos deja dormir.

Isabel del Río

Isabel del Río

Isabel del Río es publicista y profesora de Marketing en la Universidad Carlos III de Madrid. La mujer tranquila es su primera novela, publicada en la editorial Eride. En la actualidad está en marcha su segunda novela: Simila, similibus

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