Hay prisas, siempre por alguna razón. Porque vienen los exámenes, porque llegan las vacaciones, porque tengo mucho que hacer ahora que he acabado los exámenes… (táchese lo que proceda). El asunto es que con poco tiempo por delante puedes plantearte lecturas cortas. Digamos, cuentos, relatos, novelas breves… hay de todo, a elegir, y en la Biblioteca los hemos sacado a la entrada para que elijas rápido. Poe, Maupassant, Melville, Carver, Chéjov, Cortázar, Atwood, Monterroso, Munro… estos son los grandes. Pero hay muchos más donde escoger.Destacamos uno de ellos.
Un relato que merece la pena leer es “Bartleby, el escribiente” de Herman Melville. Precursor, dicen, del existencialismo y de la literatura del absurdo. Allá va el #spoiler (ojo, si vas a leer el libro no sigas):
Un abogado de nombre desconocido -no es necesario conocerlo- tiene su oficina en Wall Street, Nueva York, trabaja de forma cómoda para clientes ricos. Tiene tres empleados: Turkey y Nippers que son escribientes y Ginger Nut que se dedica a los recados. Necesita otro escribiente, pone un anuncio al que acude Bartleby, que es contratado.
Este nuevo copista es situado al lado de la ventana, en el propio despacho del abogado. Al principio realiza gran cantidad de trabajo, hasta que un día el abogado le pide que lea un documento a lo que contesta “Preferiría no hacerlo”. Después de este incidente sigue trabajando pero poco a poco cada vez repite más la frase anterior hasta que deja de trabajar. Se había trasladado a vivir al despacho, y aunque es despedido no se va.
Ante la imposibilidad de echar a Bartleby del despacho el que se traslada es el propio abogado, pero los nuevos inquilinos se quejan a él y le dicen que tiene que solucionar el problema. Al final es considerado vagabundo, detenido y enviado a la cárcel, dónde con regularidad le visita el abogado. Al final se deja morir de hambre.
En el epílogo, se intenta explicar el comportamiento de Bartleby relacionándolo con su anterior trabajo en una oficina de cartas no reclamadas.
En la narración el principal personaje es Bartleby, pero realmente es un personaje imperturbable que no hace nada, y que genera en el lector y en los demás personajes una situación incapaz de controlar. Tiene una actitud nada violenta, pero con la opción que elige le saca de la sociedad, pues no respeta las normas. El problema se le genera al abogado que la situación le supera pues no sabe o no puede hacer frente a ella. En principio, como no puede echarle de la oficina es él el que se va. Sin embargo, más adelante le cuida y le visita en la cárcel. Es un personaje difícil de entender.Vale. Has leído hasta aquí. Ya te avisamos. Bien, todavía puedes elegir entre un montón de cuentos cuyo argumento no te hemos contado… todavía. ¡Corre!