¿Quién no ha leído o visto en el cine El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien? Escaso será el número de personas que aún no se han adentrado en las novelas de fantasías épicas de este gran escritor nacido en Sudáfrica, pero criado desde niño en Inglaterra. Empezó creando una mitología fuerte basándose en viejos mitos que sentarían las bases de la fantasía heroica. El Señor de los Anillos lo situaría para siempre en la cúspide de la literatura, y el salto de su obra al mundo cinematográfico terminaría catapultando sus sorprendentes historias.
Este profesor de filología en Oxford, lingüista, poeta y escritor de algunas de las historias más leídas de la literatura, inventaba en su tiempo libre lenguas como el quenya y el sindarin, respaldadas éstas por el aspecto social de sus personajes e incluidas en sus obras como idiomas élficos. Su paso por la guerra le sirvió para ciertos momentos bélicos de la novela y para ilustrar un mundo de aspectos personales con los que se pudiese lidiar. Este mundo es, para algunos, un mundo masculino, pues escasean las mujeres y las que aparecen están idealizadas.
El próximo 2 de septiembre de 2023 se cumplen 50 años de su muerte y desde las páginas de este blog queremos haceros partícipes de su elogiada escritura, sus milenarias historias, su penetrante narrativa y otros muchos aspectos. La epicidad de sus obras, la construcción de sus personajes, la invención de ese mundo lleno de imaginación calaría entre millones de lectores amantes de los elfos, hobbits, enanos, magia, orcos, monstruos… y también en autores posteriores. George RR Martín reconoce sentirse influenciado por El Señor de los Anillos de Tolkien en su famoso Juego de Tronos. Así se pueden observar ciertas coincidencias respecto al muro que separa los dos mundos, el uso de armas especiales para derrotar a los enemigos, la presencia de reyes que luchan por el bien común, mujeres que combaten contra los roles de género, brujas misteriosas etc. Otro tanto ocurre con George Lucas creador de la saga La Guerra de las Galaxias respecto a la dicotomía entre el bien y el mal, la identificación de los ewoks con los elfos aunque con más peluche… e incluso J.K. Rowling, quien también luchó por crear su propio mundo mitológico. Y es que Tolkien contaba lo mismo de siempre, pero con mucho más detalle y complejidad.
Pero, ¿por qué enganchan tanto sus novelas en todo el público? Además de las entretenidas aventuras en lugares imaginarios y con personajes multidimensionales que aportan otras formas de concebir la literatura fantástica, quizás por la clásica lucha entre el bien y el mal que Tolkien llevó a nuevos niveles en espacios desconocidos; o por sus inolvidables personajes como el carismático Gollum o el mago Gandalf o Legolas, cuyos ojos de elfo lo veían absolutamente todo o el hobbit Frodo. También puede deberse al uso de una nueva mitología amparada en la literatura clásica, que nada tiene que envidiar a las mitologías griegas, celtas, germánicas, escandinavas o finesas. Las divinidades, los guerreros y las proezas épicas llenan las páginas de toda su literatura. Todos tienen su relevancia en la fantasía tolkiana y cumplen un propósito definido; incluso los más pequeños pueden llevar a cabo múltiples gestas. Pero, sin duda alguna, son muy destacados los grandes valores que Tolkien llegó a plasmar en estos personajes como: la amistad, el amor, la lealtad, la perseverancia, la humildad, el amor a la naturaleza… Para él todas las personas eran importantes y en nuestra mano estaba poder transformar el mundo.
Además de El Hobbit, La Comunidad del Anillo, El retorno del rey, El Silmarillion, Los hijos de Húrin, Roverandom, Cuentos inconclusos, El herrero de Wooton Mayor, La caída de Gondolin y otros muchos, es El Señor de los Anillos su obra cumbre a la que dedicó 17 años, de 1937 a 1954.
La novela narra el viaje de su protagonista Frodo Bolsón, hobbit de la Comarca, para destruir el Anillo Único que puede esclavizar a toda la Tierra Media y que había sido creado por el Señor Oscuro Sauron. Frodo y sus amigos emprenden un viaje hacia Mordor para destruir dicho anillo, pero Sauron ordena su persecución para poder recuperarlo.
El éxito de esta novela se originó en EEUU a mitad de los sesenta al conectar a la perfección con el espíritu de la época: los hobbits con los hippies de California; un fenómeno que parecía imparable. Aunque Tolkien siempre quiso ver esta obra como una novela y no como una trilogía, el primer volumen, La comunidad del Anillo, llegó a España en 1978.
Eduardo Segura, profesor de la universidad de Granada y estudioso de este autor, cree que la obra de Tolkien aporta sobre todo esperanza. También cree que Peter Jackson, director cinematográfico de la trilogía, afrontó esta adaptación desde la perspectiva de las historias de acción y aventuras, logrando un ritmo narrativo muy rápido y poco contemplativo donde la omnipresencia de los efectos especiales van en detrimento del propio relato.
No obstante, Peter Jackson arrasó en taquilla, conquistó al público y a la crítica, disparó la popularidad de Tolkien adaptando uno de los trabajos literarios más complejos de la historia y se hizo con el Óscar a la mejor película por El Señor de los Anillos: El retorno del rey. Sin embargo, no todos secundan este éxito; también hay grandes detractores como el propio hijo de Tolkien, Christopher, quien creía que habían destrozado el libro para hacer una película de acción propia de personas entre 15 y 25 años.
James Cameron, director de Titanic relató que al ver a Gollum se percató de que ya existía la tecnología para poder llevar a cabo Avatar. El célebre escritor de ciencia ficción Isaac Asimov también fue un admirador de Tolkien y de El Señor de los Anillos, y le dedicó un ensayo titulado “El anillo del Mal”. Incluso el actual Papa Francisco, fan de Tolkien, le mencionó en un sermón en 2008 (cuando aún era el cardenal Bergoglio) donde habló de la vida como un viaje de esperanza y lo comparó con el viaje de Bilbo y de Frodo.
El sábado 2 de septiembre, 50 años después de su muerte, JRR Tolkien será recordado como uno de los grandes referentes de la literatura fantástica y el creador de una mitología acorde a su cosmovisión.
JAVIER GONZÁLEZ PÉREZ