“Apegos feroces” escrito por Vivian Gornick, periodista, escritora y mujer muy comprometida con la segunda ola feminista de los años 70 en Estados Unidos.
Escribe en primera persona sobre su experiencia vital, está escrito en 1986 pero ha sido traducido en 2017 y elegido Libro del Año por el Gremio de Libreros de Madrid y galardonado con el Premio Euskadi de Plata 2018.
Son las memorias de la autora que va recordando mientras pasea con su madre por la ciudad de Nueva York, entre ellas hay una relación difícil y complicada con algunas disputas pues tienen diferentes formas de ver las mismas situaciones.
Itinerarios que sirven para que la hija vaya recordando momentos de su pasado, y así conocer su infancia, sus miedos, sus relaciones con su madre, el ambiente del vecindario en el que viven y sus relaciones con ellos. Son judíos socialistas y se encuentran más cómodos con gente de su religión.
“La relación con mi madre no es buena y, a medida que nuestras vidas se van acumulando, a menudo tengo la sensación de que empeora. Estamos atrapadas en un estrecho canal de familiaridad, intenso y vinculante: durante años surge por temporadas un agotamiento, una especie de debilitamiento, entre nosotras.”
“Pero paseamos por las calles de Nueva York juntas continuamente.”
En la primera parte están más presentes las mujeres que le han influido en su vida, teniendo como figura central su madre y una vecina muy diferente de su madre que le ofrece otros puntos de vista y le abre otras posibilidades. En conjunto las vecinas también están presentes y su forma de relacionarse. Entre todas estas relaciones afloran muchos temas a destacar como la violencia machista, la superioridad machista, el abuso, el maltrato y diferentes formas de relacionarse entre las parejas. Pero no todo iba a ser negativo también aparece la camaradería entre ellas.
Hay otra parte que en la que nos habla de su relación con los hombres de su vida, Stefan su marido, Davey y Joe Durbin. No son relaciones sencillas con ninguno de ellos, quizás todo el bagaje personal no lo han favorecido.
La obra tiene una gran calidad literaria con un buen manejo de los tiempos, del presente vuelve hacia atrás en diferentes momentos, siendo muy evidente al momento de su vida que se refiere.
Es un libro muy recomendable y en nuestra biblioteca hay guías de Nueva York, ciudad en la que transcurre todo.
Rosa Jiménez Villarín