Los márgenes de la escritura: anotaciones manuscritas en impresos antiguos de la Biblioteca de la Universidad Carlos III de Madrid

18 de octubre de 2019

Exposición del 21 al 30 de octubre. Biblioteca de Humanidades, Comunicación y Documentación

Ex libris que indica que la obra es propiedad del señor Don Basilio Delgado, estudiante en la Universidad de Alcalá de Henares en el año 1734. 6º FA-0892

Marginalia: (palabra latina: cosas escritas al margen, fr. E i, marginalia) Comentario o glosa breves colocados en los márgenes, sea de un libro o de un escrito cualquiera.[1]

 Esta exposición ofrece al visitante una breve selección de obras impresas durante los siglos XVI al XVIII custodiadas en la colección del Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad Carlos III de Madrid. En ellas se aprecian las llamativas anotaciones manuscritas que se fueron escribiendo o dibujando sobre cada ejemplar a lo largo de los siglos. La muestra forma parte de una investigación más amplia que se inició con el TFG realizado y defendido por María Martín Cortés en el grado en Información y Documentación y dirigido por el profesor Diego Navarro Bonilla (departamento de Biblioteconomía y Documentación). Actualmente, la investigación sobre estas marginalia continúa y culminará en forma de publicación monográfica. Junto a ello, esta exposición forma parte como actividad complementaria del seminario internacional Analógica y digital: miradas sobre la paleografía y la cultura manuscrita en la actualidad que se celebra en la Universidad Carlos III los días 24 y 25 de Octubre de 2019.

Un libro que ha sido alterado con cualquier tipo de anotación manuscrita, pasa a ser automáticamente un ejemplar único, porque la información que podemos encontrar en él es exclusiva. Esta información se halla en las anotaciones marginales, en los comentarios aportados por lectores anteriores a nosotros en esa obra y en cuantos añadidos (gráficos o textuales) individualizan y distinguen a esa obra de otras ediciones similares. Así, las anotaciones de un lector reflejan en muchas ocasiones que estableció una particular relación con el ejemplar y que, en muchos casos, se produjo una lectura intensa y analítica. La esencia de estas marginalia es que nos permiten comprender la historia de la lectura siendo en sí mismos un testimonio de que las obras eran asimiladas, leídas, comprendidas, estableciendo ideas y conexiones con otros textos, comentado una información llamativa o resaltando un texto de obra relevante.

El estudio de las anotaciones marginales en impresos antiguos como fuentes de información para la historia de la cultura escrita es un área de investigación que cuenta con una larga tradición y se revela de interés prioritario para analizar los usos y hábitos de lectura en la Edad Moderna Hispánica. La anotación al margen es un indicador real de lectura y no sólo de posesión de libros.

Estas intervenciones manuscritas sobre el ejemplar impreso son habituales en los márgenes de las páginas de las obras. Pero en realidad, se localizan en muchos otros espacios “en blanco” del ejemplar impreso, susceptibles de recibir trazos de sus sucesivos lectores y propietarios. También son marginalia los dibujos distraídos de un lector en las hojas de cortesía de la obra, sin ningún tipo de relación con el contenido, la firma o ex libris del dueño del libro en la portada para indicar su posesión de la obra o las pruebas del instrumento de escritura en una página cualquiera del libro, como podríamos hacer hoy en nuestros días con un bolígrafo. Prácticamente cualquier parte de un libro puede ser anotada.

Durante nuestra investigación, hemos clasificado las marginalia en dos tipos: las anotaciones que tienen relación directa con el contenido y las que no. Las primeras son las mismas que podríamos hacer nosotros mientras estudiamos o leemos una obra: indicaciones sobre el contenido, referencias a otros contenidos que no aparecen en el texto con los que hemos establecido alguna relación, ampliaciones, subrayados, manecillas como señales de atención o incluso los habituales subrayados. Las no relacionadas con el contenido pueden ser desde el nombre del dueño del libro, indicaciones del precio que costó, cuentas matemáticas que el lector realizó en la obra a falta de otro soporte mejor, dedicatorias, versos, coplillas, pruebas ordinarias de escritura, etc. Es posible que muchos de estos tipos de anotaciones nos resulten familiares por haberlas vistos en obras actuales o incluso haberlas realizado nosotros mismos en los márgenes de algún libro que se encuentre en nuestras estanterías personales. Así, se establece una interrelación entre lectores en el tiempo que hicieron y hacen del ejemplar original una suerte de depósito de anotaciones, de enorme interés para reconstruir las prácticas de la lectura en cada época.

Para concluir, nos gustaría invitar al visitante a descubrir por sí mismo las obras que hemos seleccionado en la Biblioteca de Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid para llamar su atención sobre dos universos fascinantes que encuentran en los márgenes un espacio de interacción imprescindible para la lectura, análisis y comprensión de sus anotaciones: la paleografía y el libro antiguo.

[1] José MARTÍNEZ DE SOUSA, Diccionario de bibliología y ciencias afines : terminología relativa a la archivística, artes e industrias gráficas, bibliofilia, bibliografía […], 3ª ed., corr. y notablemente aumentada, Gijón, Trea, 2004, p. 649

Catálogo: 1º FA-01292º FA-02063º FA-0226, 4º FA-07125º FA-08836º FA-0892, 7º FA-162, 

8º A-16859º FA-1768, 10º FA-021011º FA-025512º FA-046413º FA-102614º FA-1139,

15º FA-001116º FA- 027517º FA-031618º FA-036819º FA-0570, 20º FA-084621º FA-1670,

22º FA-163823º FA-065324º FA-0336

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