The Good Fight: La serie de Donald Trump

11 de abril de 2019

 

El repentino shock que el mundo vivió cuando Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos fue mucho más intenso dentro del país americano. Y eso que solo había dos opciones: o Hillary Clinton o Trump. Y fue Trump. Cuando Meryl Streep recibió el Globo de Oro honorífico en 2017, el conocido como Premio Cecil B. DeMille, mencionó –en un reivindicativo discurso que ya es historia de la cultura-, que en esa sala quizás se encontraban los tres sectores más vilipendiados por la política del momento: los extranjeros, los artistas y los periodistas. Además, terminaba rememorando una cita que la recién fallecida Carrie Fisher le había dicho una vez: “Coge tu corazón roto y conviértelo en arte”.

Quizás, no hay mejor lema que escenifique con precisión la serie The Good Fight, que acaba de estrenar la tercera temporada y cuya primera parte ya está disponible en la Biblioteca. Nos encontramos ante una secuela de The Good Wife, con los mismos guionistas y productores (Michelle King y Robert King) y con parte del elenco original de la serie, pero sin Alicia Florrick, la abogada protagonista de The Good Wife que durante siete temporadas y 156 episodios encandiló a la audiencia y consiguió 2 Premios Emmy.

Sin embargo, en The Good Fight le coge el testigo una veterana y estupenda Christine Baranski, que con 66 años está en uno de sus mejores momentos profesionales y que repite en su papel como Diane Lockhart. Baranski se ha labrado una carrera espléndida a base de grandes personajes televisivos en series como Cybill (por la que ganó su -hasta ahora- único Emmy), cameos icónicos en The Big Bang Theory, Ugly Betty y 3rd Rock from the Sun y personajes secundarios en el cine musical como Mamma Mia!, Into the Woods o Chicago. Así, suma 15 nominaciones a los Premios Emmy, 7 nominaciones a los Critics’ Choice, 2 a los Globos de Oro y 8 a los Premios del Sindicato de Actores.

Junto a ella, nuevos personajes como Maia Rindell, interpretada por Rose Leslie (conocida por interpretar a Ygritte, la amante de Jon Snow en Juego de Tronos –y en la vida real, pues se acaban de casarque popularizó la frase: “No sabes nada, Juan de las nieves”) y antiguos como Marissa Gold (una maravillosa Sarah Steele que repite en el que puede ser el mejor personaje de la serie) y Lucca Quinn (interpretada por Cush Jumbo). Ellas componen a las cuatro protagonistas principales, a las que se sumó Audra McDonald dando vida a Liz Lawrence en la segunda temporada.

La trama de The Good Fight se desata cuando Diane Lockhart pierde todos sus ahorros después de un enorme escándalo financiero del que es acusado como culpable Henry Rindell, su amigo y padre de su ahijada Maia Rindell. Esto le obliga a incorporarse a otro bufete de Chicago, conocido por luchar activamente en casos contra la brutalidad policial. Así, la serie va mostrando las complicaciones del juicio en el que se juzga a los Rindell y las peripecias que se viven en el bufete de abogados a través de casos que hablan fundamentalmente de racismo.

La serie, que comienza con Diana contemplando anonadada la televisión el día de la investidura de Donald Trump, contiene numerosas tramas que abordan la legislatura del nuevo presidente de EEUU: sus escándalos sexuales, su política migratoria y su lucha sin frenos contra aquellos que se ponen en frente suya desde el aparato judicial. De esta manera, vamos descubriendo el funcionamiento de los partidos y del sistema judicial y político norteamericano, cómo funciona el poder y qué consecuencias tiene.

Una serie imprescindible que, gracias a que sus temporadas son de una duración mucho menor de las de su antecesora, se centra en lo importante y lo muestra de una manera espléndida. Guiones que rozan la perfección, interpretaciones magistrales y tramas a la altura de la que muchos consideran ya “la mejor serie de la era Trump”.

 

Iñaki Parra Lázaro, alumno UC3M

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Categorías: Fancine

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