El pasado miércoles 3 de mayo se clausuró la presente temporada del Club Internacional de Cine, con la sesión dedicada a Dirty Pretty Things, moderada y comentada por el profesor Vicente Rodríguez Ortega
En este enlace podéis ver el dosier sobre el director y la película realizado por el alumno del Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual Tomás Berrio Gómez-Lobo: Dosier sobre Dirty Pretty Things
Carlos Muñoz Gallego, alumno del Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual, nos hace el resumen de la sesión:
El pasado miércoles 3 de mayo se clausuró el Ciclo Internacional de Cine de la Universidad Carlos III con la película británica “Negocios Ocultos” (Stephen Frears, 2002). El profesor Vicente Rodríguez Ortega puso fin a las jornadas cinematográficas que nos han acompañado durante el curso académico con una película, que al igual que otras del ciclo, trata el tema de la inmigración.
La película se ambienta en la ciudad de Londres, sin embargo el uso del teleobjetivo no nos permite reconocer los icónicos símbolos de la capital británica. Para Vicente Rodríguez Ortega, el director opta por esta lente para guiar nuestra mirada y meternos en el interior del personaje, evitando un encuadre totalmente nítido que permita el espectador seleccionar su objeto de atención.
El argumento usa la inmigración como trasfondo social de un thriller. No importa que sus protagonistas tengan o no estudios; ni tampoco importa mucho los motivos por los que huyeron de su país y se instalaron en Londres, lo único que cuenta y vale ante los demás es su condición de inmigrantes. La situación de los inmigrantes se limita a la maniquea dicotomía inmigrante legal-ilegal.
Como mencionó uno de los asistentes, se puede apreciar una contradicción entre la puesta en escena y el argumento. Para este tema realista se eligen unos actores que son estrellas del cine europeo y un circuito mainstream de producción y exhibición. La pregunta que surgió en el ciclo es si la elección de unos actores atractivos rompe con el realismo social del argumento.
El final nos remite de nuevo al uso de la cámara. Cuando el protagonista consigue el visado, el gran angular nos permite, ahora sí, ver los decorados enfocados. Es la paradoja del inmigrante legal que reproduce el modo de pensar y de actuar de la sociedad opulenta al ejercitar la violencia y la humillación sobre los ilegales, tanto en el trabajo como en la sexualidad.
Carlos Muñoz Gallego