Buenos días a todos, hoy vengo a hablaros de una película en especial con motivo de la Semana del Libro en la Universidad Carlos III de Madrid. Esa película en concreto de las que os voy a hablar es de Paterson, de Jim Jarmusch, director que seguro que conocéis por películas como Café y cigarrillos (si, esa película en la que encontrareis a medio Hollywood sentados en una cafetería y reflexionando sobre la vida) o Sólo los amantes sobreviven, su última película estrenada en cines.
Paterson nos cuenta la vida de Paterson (valga la redundancia), personaje al que Adam Driver da vida, un conductor de autobús que vive en la ciudad de Paterson, Nueva Jersey (sí, es una casualidad extraña, no sois los únicos que lo piensan), y que siente una gran pasión por la poesía, hasta llegar al hecho de que escribe poesía durante el transcurso de su jornada laboral. Durante el transcurso del filme, vemos que el protagonista lleva una vida tranquila y rutinaria, en la que todos los días se levanta, trabaja, escribe poesía, y a la vuelta pasea a su perro y sale al bar con su mejor amigo Doc, encarnado por Barry Shabaka Henley, y dos más. Por otra parte, tenemos a la mujer de Paterson, Laura, a la que Golshifteh Farahani da vida, que es todo lo contrario al personaje de Adam Driver: espontanea, y contraria a una rutina diaria. Y que sueña con ser cantante country.
En este post me gustaría comentar una serie de cosas que me han llamado la atención de la película. En primer lugar, dos palabras: Adam Driver. Sin palabras me he quedado. He de confesar que a Driver le tenía más que encasillado en su papel de Kylo Ren en Star Wars: el despertar de la fuerza (no pude evitarlo), y verle en este largo ha sido toda una revelación. Y por lo visto, todo el mundo coincide en esto, y lo podéis comprobar leyendo las críticas recopiladas en metacritic.com (el filme se encuentra calificada con una media del 90% de críticas positivas, colocándola como la mejor de la filmografía de Jarmusch). Adam Driver se transforma por completo en Paterson, y así nos demuestra que el papel era para él. Por otra parte, el director nos muestra una relación en que las dos personas, Paterson y Laura, son dos personas muy diferentes, aceite y agua, y que al contrario de deteriorarse, nos muestra como esa relación se fortalece con el paso del tiempo y que se complementan mutuamente. Y esto queda claramente demostrado cuando Paterson consigue una guitarra a Laura, a pesar de tener una cuenta bancaria bastante ajustada, o cuando Laura decide esforzarse para que Paterson consiga que haga públicas sus poesías. Con ello Jarmusch nos muestra otro contrapeso o ying y yang en donde podemos ver dos hechos contrarios conviviendo perfectamente.
Por último, quisiera dedicar un párrafo entero a lo que os comentaré ahora ya que me ha parecido bastante interesante (tanto como persona aficionada a escribir, y por el tema que nos acontece estos días relacionado con la literatura). A lo largo de toda la película vemos a Paterson escribir, sí, pero también hemos de fijarnos como Jarmusch nos muestra a este personaje en pleno proceso desde que se inspira hasta que escribe. Aquí os quería hablar de una de las secuencias que más me han gustado, y es en la que Paterson se encuentra en un banco, completamente solo, y mirando fijamente un estanque, y de repente esta soledad se ve rota cuando un transeúnte se sienta a su lado en el banco, y entablan conversación. Después de este intercambio de palabras, Paterson acaba inspirado para otra poesía. Esto muestra perfectamente, aparte de ver como su personaje bebe de todas las vidas que pasan por su autobús y oye sus conversaciones, como funciona la mente de un escritor. Como ven la vida, beben de ella y lo plasman en un papel. Y para rematar, Jarmusch nos muestra todo este proceso con secuencias completamente visuales y absolutamente bellas, mientras vemos la escritura de las poesías. Personalmente, para mi esas partes son mis favoritas de la película. Si sentís curiosidad, os adjunto un vídeo en que podéis ver todo esto y si os ayuda, está subtitulado al español.
En conclusión, Paterson podría haber sido otra película de Jim Jarmusch con su puesta en escena sombría, con lugares solitarios y abandonados (algo muy frecuente en su filmografía), pero aquí el director ha sabido añadir cambios que han conseguido que esta película en concreto sea muy fresca y nueva de ver junto a sus elementos frecuentes, como ya mencioné. Además, la soberbia actuación de Adam Driver ha ayudado muchísimo.
Roberto Martín Ojeda (alumno de la UC3M)