Con motivo de la XI Semana de la Solidaridad, queremos proponeros el visionado de una película que, si bien no trata de manera directa el tema de la crisis migratoria, sí que tiene una relación importante. Además, muestra de manera descarnada el funcionamiento de los grupos sociales y la facilidad con la que pueden ser manipulados para sustentar una serie de idearios. Hablamos de “La Ola” (Dennis Gansel, 2008).
En occidente, tanto en Europa como en Estados Unidos, estamos asistiendo a un resurgimiento de los nacionalismos extremos, que proponen cierres de fronteras y primacía de los ciudadanos de una comunidad respecto a otras. No hay más que ver ejemplos cristalinos como el “America first” o el “Make America Great Again” de Trump, o el muy reciente Brexit, que ha hecho que Reino Unido abandone la Unión Europea motivado por un movimiento de primacía de los intereses ingleses. Esto ocurre en un contexto en el que es necesaria, más que nunca, la colaboración internacional y de valores: miles de refugiados de países en guerra necesitan la ayuda de los países democráticos y, tristemente, no la encuentran.
“La Ola”, sin duda, se centra más en el aspecto de discriminación por características políticas que raciales, pero describe el surgimiento de esta clase de sentimientos de división a la perfección. La historia trata de un profesor llamado Rainer, que introduce en su clase el experimento de construir una sociedad autocrática y dictatorial que los alumnos no tardan en seguir.
Consigue hacerlo a través de dos herramientas básicas que no nos costará identificar: la presencia de un problema (falta de ideales de los jóvenes, malas notas, desunión…) y la identificación de un enemigo (los anarquistas). Los mismos alumnos señalan que los momentos de crisis son especialmente propicios para que los proyectos más extremos, autoritarios y discriminatorios tomen forma y se popularicen en la sociedad.
Con esta recomendación no queremos alertar de un resurgimiento de los fascismos, como trata al completo del tema de la película, pero sí de uno de sus síntomas: la falta de solidaridad (al ver al “otro” como un ente ajeno y enemigo de la comunidad a la que uno pertenece) es uno de los problemas que empieza a corroer a nuestra sociedad, y cambiarlo está en nuestras manos. Es por eso que esta película no deja de ser recomendable cuanto menos.

David López González. Alumno UC3M

https://www.youtube.com/watch?v=UmicZmE3iqk