El lunes 17 de enero contamos en el Club de Lectura con la presencia de Marta Sanz, escritora de la novela Farándula. Luis Bravo, escritor y graduado en Comunicación Audiovisual por la UC3M, nos hace una reseña de la sesión:
Marta, o el tacón de Sol
He seleccionado este título partido por razones que se irán desvelando a lo largo de la siguiente reseña, pues la dualidad del acontecimiento a contar lo precisa.
En esta nueva sesión del Club Internacional de Lectura y Pensamiento de la UC3M, la escritora madrileña Marta Sanz, una de las más distinguidas de su generación, fue la encargada de ocupar el asiento central hacia el que los oídos y miradas de todos los asistentes se han dirigido con una especial y muy merecida atención, pues el evento estuvo a la altura de lo que la autora prometía. ‘Autora’, pero más bien, y según la opinión de la propia Sanz, ‘constructora’. ¿‘Creadora’?, descartado por completo, como se la designaba en el atento prólogo que ha abierto la presentación de la escritora, pues ella misma ha aclarado que evita esa etiqueta al no considerarse alguien completamente original, sino una constructora que ha trabajado duro para ocupar con dignidad su posición en el extraño oficio de los que trabajan con la ficción en forma de novelas. Y en su caso: novelas, ensayos, poemas, crítica literaria, etc.
Su última, y laureada por crítica y público, novela, Farándula (2015), ha sido la mecha que ha permitido prender tan estimulante coloquio entre público y autora. Galardonada con el Premio Herralde de Novela, Farándula ha supuesto un reconocimiento que ha ido gestándose con paciencia entre las siempre turbulentas expectativas del campo literario español. Según Marta Sanz, ‘una novela nacida desde la rabia, no desde la indignación o el enfado’. Rabia, pura y directa y ácida y lúcida, servida en frases cortas, a veces sólo palabras, que en la lectura de sus frases se van acortando tanto que van tomando la forma de una bala, cubierta de hiel y sin frenos hacia nuestro cerebro y entrañas. Una rabia que remueve desde la ironía más negra. Sus escenarios: el montaje teatral de Eva al desnudo, el clásico de Mankiewicz; el mundo de la interpretación, las relaciones entre los actores Ana Urrutia, Valeria Falcón, Daniel Valls y Natalia de Miguel; ellos, espejos de una España presente, una crisis reciente, dolorosa y reconocible, palpable en sus pensamientos y movimientos, con una mirada a la sociedad que imita una cámara fotográfica, de cuyo collage sobrante surgen los enlaces que recorren las páginas de Sanz. Un oscuro cabaret que ha surgido como repudio-respuesta al cabaret real socio-político de un país europeo.
Durante su intervención, la escritora desveló ciertas trazas acerca de la profundidad de su novela, ejemplificado con el comentario hacia el primer capítulo, titulado ‘APOCALYPSE NOW’, en el que se sucede la, según Sanz, ‘epifanía hiperestésica de Valeria Falcón, o dicho en cristiano, cuando se detiene, y observa el mundo’. Y un universo que la autora sintetiza en la madrileña Puerta del Sol, cuando su tacón queda atascado en una de las rejillas de respiración del metro. Allí, se describen los avatares y decorados del lugar, que sólo mediante el instante expandido que puede concedernos la literatura podemos explicar. El paso del tiempo en tan sólo un capítulo, a un ritmo violento e inesperado, que ya deja en guardia para prepararnos al resto de páginas.
Con tono anecdótico, se confesó una escritora realista, de la tradición galdosiana, ‘garbancera’, cuya necesidad imperiosa de cuidar al detalle su texto la obliga a investigar si los escenarios que ella describe son tal y como son en la realidad. No obstante, y por conocimiento propio de las novelas que llevo leídas, ha ido ganando terreno el ambiente deformado, de parodia, con un perfil más grotesco en Farándula, pero que ya se podía adivinar en su Black, Black, Black (2010). Madrid y Marta, o cómo describir lo que veo en el espejo.
Sí que hay un elemento importante que comparten todas sus creaciones, muy destacable: la crítica, la duda, el por qué necesario que permite el cuestionamiento de la cultura y las jerarquías (‘No todo el mundo que se dedica a la cultura es de la misma clase social’), y la sociedad y sus jerarquías, y la vida y sus jerarquías. Y así hasta el agotamiento. Todo ello, con el añadido de reivindicar su posición y visión femenina de la sociedad actual, para intentar enmendar las causas imperfectas y sanar los agravios machistas que todavía sacuden en esta nuestra tan avanzada mentalidad posmoderna.
Marta Sanz, Marta, son sus libros y su circunstancia, y salva a lo primero (con elegantes y humildes charlas como la aquí descrita) para preservar lo segundo. Marta es un tacón que busca encallarse en una rejilla, porque así se permitirá visualizar los recovecos que quiere tapar el telón de nuestro contradictorio mundo globalizado. Su mirada traducida en libros es un sol que calienta y a veces quema. Marta Sanz es una escritora necesaria, y puede demostrarlo sin la necesidad de interpretar ningún papel.
Luis Bravo, escritor y graduado en Comunicación Audiovisual por la UC3M