En este año, en el que la palabra elecciones se ha convertido en una protagonista más de nuestra vida cotidiana, tanto por las españolas como por las estadounidenses, vamos a comentar el libro “Mater familias” de Lindsey Davis, que también trata de este tema (el título original es “Deadly Election”; sin duda, las musas estaban despistadas cuando se hizo la traducción).
Si hemos escrito hace poco sobre espeleología y sobre ciudades de novela negra, ahora vamos a hablar de arqueología y de cómo la novela negra también nos ha permitido viajar en el tiempo y conocer las ciudades en otra época histórica.
Con las novelas del investigador romano Marco Didio Falco podemos conocer la Roma de los Flavios (siglo I) y gran parte del inmenso Imperio romano. Lindsey Davis también ha escrito un “spin off” protagonizado por la hija de Falco, Flavia Albia. “Mater familias” es el tercer libro de esta nueva saga, cada uno de los cuales se desarrolla en una de las 7 colinas de la antigua Roma.
En medio de las investigaciones sobre el apoyo a la campaña de un candidato a edil en la ciudad de Roma, Flavia Albia debe resolver un crimen. Y hablando de candidatos, nos enteramos de que se llamaban así porque llevaban togas blanqueadas (candidus significa “blanco”). Cada candidato recibía el nombre de petitor, porque pedía votos, y sus contrincantes eran los competitors.
“-¿Recuerdas aquel breve tratado que estaba leyendo, el consejo a Cicerón supuestamente escrito por su hermano menor?
[…]
– Oh, lo recuerdo, Fausto: conserva el favor de tus amigos con promesas sobre lo que recibirán de ti si ganas, aunque sean promesas que quizá no puedas cumplir y seguramente tampoco tengas intención de cumplirlas. Reclama implacablemente que te devuelvan viejos favores. Mesura tus palabras, incluso con aquellos a los que desprecias. Déjate ver por el Foro diariamente. Y mi favorito: mancilla despiadadamente el nombre de cualquier otro candidato.”
El breve tratado al que se refieren es el denominado “Commentariolum petitionis” que Quinto Tulio Cicerón escribió para resumir todos los consejos de la campaña electoral al Consulado de su insigne hermano Marco Tulio Cicerón, en el año 64 a.C.
“Si consigues que deseen apoyarte los que están indecisos, éstos te ayudarán mucho”
A lo mejor no nos diferenciamos tanto de los locos de los romanos, como decían Astérix y Obélix. Si no, pensemos en todo lo que nos han legado, como hacen en este fragmento de La vida de Brian.
Elena y Eva