Antes de que termine el año 2015, centenario del relato “Die Verwandlung” (la transformación, aunque traducido generalmente como la metamorfosis) de Franz Kafka, no queremos dejar de publicar esta reseña de nuestra compañera Rosa Jiménez Villarín.
Cien años han pasado desde que se publicó por primera vez “La metamorfosis” de Kafka, pero no por ello ha dejado de tener interés. Es una historia sencilla de leer, con un comienzo impactante, pero que subyacen numerosos temas. Por este motivo la he releído y me ha gustado un poco más.
El argumento es muy conocido por todos, Gregorio Samsa, agente comercial se despierta convertido en un horrible insecto. En un primer lugar no acaba de creérselo y piensa que es un sueño que no puede haberle ocurrido a él. Escucha todos los movimientos que se producen fuera de su habitación y piensa que en breve volverá todo a la normalidad.
“Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón y, al alzar la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades…”
En un segundo paso consigue abrir la habitación y ve la repulsa que produce en los demás, sin llegar a entenderlo y sin posibilidad de comunicarse. En este momento empieza a aceptarse y a darse cuenta que la situación no es un sueño.
Para su familia se origina un gran problema, y en ellos también se produce una metamorfosis, pues se une la repulsa y la preocupación. Su actitud hacia él cambia de manera muy sorprendente. El entorno se vuelve muy hostil y la sensación de soledad es enorme.
En el final del relato Gregorio es rechazado por su familia y siente que tiene que haber un desenlace para que su familia retome su existencia.
Gregorio era el sostén de su familia y muy querido por ellos, pero cuando se produce el cambio afecta a toda la familia, y esta acaba rechazándole. Situación que se puede dar en muchas familias, si un miembro de ella cambia considerablemente, y pasa de ser muy querido a ser rechazado.
En nuestra Biblioteca tienes esta y otras obras de Kafka y guías de la República Checa, país de nacimiento del escritor.
Rosa Jiménez Villarín