Tal vez alguno haya tenido la suerte de pasear por las callejuelas de Cádiz en Carnaval y pararse a escuchar sus chirigotas, o de disfrutar el Carnaval de Las Palmas o Santa Cruz de Tenerife, o bailar samba en Río de Janeiro. Estamos en tiempo de disfrutar el carnaval en todas sus variantes, disfrazándonos, bailando y si alguien se anima, leyendo o viendo cine relacionado.
Aunque se cree que tiene un origen pagano, como las fiestas que se realizaban en honor a Baco, está muy ligada a la cuaresma cristiana. Antes de las prohibiciones y penitencias de la misma, ¡hay que aprovechar y desfogarse!. Lo que está claro es que su origen es muy antiguo, y tenemos noticias de celebraciones similares en los pueblos sumerio y egipcio. A Europa llegó a través del Imperio Romano y más tarde la llevamos a América embebida en el espíritu de nuestros navegantes. La sensación de poder ocultar la identidad detrás de un disfraz permite decir o hacer cosas no aceptadas por la sociedad convencional. Es una manera de hacer crítica y no ser castigado. (Aunque hoy en día para ello existen las redes sociales…)
Por otra parte, el carnaval es todo un superviviente a las continuas prohibiciones que también han contribuido en su configuración actual. En España durante el franquismo el carnaval no conoció su mejor época, pues fue prohibido. La sátira y la crítica no estaban permitidas, aunque en algunas ciudades como Cádiz o Huelva se reguló ante la inutilidad de su prohibición. Con la llegada de la democracia resurgió con bastante fuerza y entidad.
Muchos literatos han tratado este tema en forma de ensayo como Julio Caro Baroja “El carnaval” o de forma novelada, Cervantes en “Don Quijote de la Mancha”, Rabelais en “Gargantúa y Pantagruel” o autores más recientes como Francisco García Pavón en “Plinio: primeras novelas; los carros vacíos, el carnaval…, o Fernando Macías “El asesino de comparsistas”. Como colofón nuestro gallego universal Valle Inclán dónde en “Martes de carnaval”, uno de sus espertentos, utilizando la parodia nos nuestra el mundo distorsionando la realidad.
Pero si os apetece más el cine hay muchas opciones para satisfacer esta necesidad. Películas como “Casanova” de Federico Fellini, “Easy Rider” de Dennis Hopper, “Luna de Avellaneda“, “El mercader de Venecia” y muchas más. Sin olvidar “El gran carnaval” que sólo lo lleva en el título y nos muestra como la sociedad puede montar un carnaval a costa de alguien.
Si tu opción es viajar a lugares famosos con carnaval, en la Biblioteca de Colmenarejo te podemos ofrecer numerosas guías de viaje de Venecia, Gran Canaria, Tenerife, Cádiz y Río de Janeiro.
La biblioteca quiere traeros esta fiesta y si os acercáis a la biblioteca podréis ver cómo los bibliotecarios nos hemos disfrazado en múltiples ocasiones. ¡¡anímate y disfrázate!!
Elena y Rosa