Cuando pensamos en una biblioteca, seguramente la primera imagen que nos viene a la mente son estanterías repletas de libros. Es verdad, en las bibliotecas hay muchos libros, pero no solo hay libros. Y es que una biblioteca puede ser utilizada de muchas formas y procuramos que dispongáis de los recursos y espacios necesarios para cubrir vuestras necesidades de aprendizaje, docencia, investigación, etc.
Por ejemplo, desde el primer día de clase comienzan también las prácticas y trabajos académicos. Para facilitar su realización, en la biblioteca encontraréis zonas para trabajar en grupo, algunas de las cuales disponen además de ordenadores. También hay salas de trabajo para pequeños grupos que podéis reservar en los mostradores.
Por el contrario, si necesitáis silencio para estar concentrados, disponemos de salas en que las que es obligado guardar silencio, así como salas de estudio individual que se reservan en los mostradores.
Pero no sólo os ofrecemos diferentes espacios, también prestamos objetos que intentan cubrir vuestras necesidades, desde ordenadores portátiles hasta una cámara de vídeo.
Y, por supuesto, tenemos libros y otros recursos que os ayudarán a encontrar la información que necesitéis para vuestros trabajos. Ya sabéis que para localizarlos tenéis que utilizar el catálogo o nuestro buscador.
Y si no encontráis lo que necesitáis, ¡preguntad en los mostradores!
Imagen: “” de Chris Devers. Licencia CC BY-NC-ND 2.0.