Después del fragmento de Suite francesa de Irène Nemirovsky de la entrada anterior, os proponemos algo del siglo XXI. El autor es británico y al principio escribía libros para niños, además de trabajar como guionista para la televisión.
Pasaban 7 minutos de la medianoche. El perro estaba tumbado en la hierba, en medio del jardín de la casa de la señora Shears. Tenía los ojos cerrados. Parecía estar corriendo echado, como corren los perros cuando, en sueños, creen que persiguen un gato. Pero el perro no estaba corriendo o dormido. El perro estaba muerto.