American History X, dirigida por Tony Kaye, es un crudo relato, de 115 minutos de duración, cuya excusa es la violencia neonazi en los Estados Unidos de América, y por extensión, a cualquier lugar del mundo actual.
Considerada como la crítica por excelencia contra el neofascismo actual, American History X nos cuenta la historia de Derek Vinyard, interpretado por Edward Norton. Derek es un joven americano, que a raíz de la muerte de su padre a manos de una pandilla de jóvenes negros, se convierte en parte de una panda de jóvenes neonazis. Derek se convierte el modelo a seguir para todo el grupo, e incluso para su hermano pequeño Danny Vinyard (Edward Furlong).
A raíz de la muerte de su padre, se crea un clima de inestabilidad y violencia en su casa, que culmina en una noche que Derek asesina a dos jóvenes negros que intentaban robarle la camioneta. Debido a estas muertes, el protagonista entra en prisión.
Es en prisión donde Derek resulta rehabilitado, no por la propia estancia en la cárcel en sí, sino por lo que allí observa y vive:
– Las bandas neonazis de la prisión: Derek se dio cuenta de que todo aquello en lo que creía era una farsa, al mantener relaciones estas bandas con personas a las que, en principio, odiaban profundamente (negros). Derek comienza a ver que quizás sus ideales no eran tan correctos como creía.
– La relación con un chico negro compañero de la prisión, le hace ver que lo importante era la persona en sí, no su raza o su ideología.
Estos dos elementos hacen a Derek recapacitar, y se da cuenta de que quizás estaba equivocado. Y es aquí donde la película realmente comienza, cuando Derek sale de la cárcel y ve que su hermano pequeño está siguiendo sus mismos pasos en un intento por emularle. Derek asume el papel del padre ausente, buscando la unidad del núcleo familiar que él mismo rompí, con el fin de intentar salvar a su hermano de cometer los mismos errores que él, y la película va mezclando el presente con el pasado. En el presente trata de ser mejor persona de lo que era y salvar a su hermano; mientras que el pasado son todos esos recuerdos que Derek tiene de la cárcel o de su vida anterior.
Intensa, violenta, dura, cruda, pero con un mensaje arrollador, American History X te tendrá pegado al sofá hasta su momento final, envolviéndote en una espiral de violencia y odio, pero a la vez que te muestra que toda persona tiene oportunidad de recapacitar.
American History X es una producción de 1998 en la que podemos destacar, en cuanto a su estructura y a su estilo visual, la manera en la que está montada la historia. Hay dos partes, una en blanco y negro que representa la vida pasada de Derek, cuando era el líder de un grupo neonazi y otra en color que representa la nueva vida del protagonista, en la que intenta dejar atrás el pasado y llevar una vida normal con su familia. Esta dualidad te hace saltar de un momento del tiempo a otro, haciéndote ver porqué muchas cosas que suceden en el presente, tienen relación con el pasado.
Debido a esta forma, digamos bipolar, de desarrollar la película, es una verdadera obra de arte.
Además, hay que destacar los personajes de la película, desarrollando cada uno un papel casi perfecto, y representado cada uno una función. Aquí voy a destacar a los dos personajes que yo considero más importantes, pues son ellos los que dan consistencia a la película, y la función que cada uno hace:
– Derek Vinyard: una vida destrozada por la influencia de sus seres más cercanos, pero que al final, es capaz de rehabilitarse a sí mismo e intentar rehabilitar a los demás.
– Danny Vinyard: Busca la popularidad basándose en los pasos seguidos por su hermano, lo cual le lleva a intentar emularle en todo, incluso en formar parte de la banda neonazi.
Cuando se estrenó fue motivo de una gran polémica, pero en poco tiempo se convirtió en una película de visión obligada en la mayor parte de los institutos públicos americanos. American History X trata el tema del neonazismo, y aunque se desarrolla en los E.E.U.U nos sirve perfectamente para poder entender cómo viven y cómo actúan estos grupos en todo el mundo.
La película también nos muestra como la educación es fundamental, tanto en los colegios como, sobre todo, en los hogares para evitar que un chico se una a uno de estos grupos. Incluso una vez que ya está dentro, la película nos dice que la única manera de hacer que alguien abandone esta manera de pensar es a través de la educación. La historia nos muestra a Derek, un chico sensible e inteligente que se acaba convirtiendo en el líder de un grupo neonazi y lo mejor es ver el proceso de cambio, de cómo una persona con un pensamiento completamente radical, poco a poco se va dando cuenta de lo absurda que era su vida anterior.
En conclusión, personalmente me parece la mejor película relacionada con el racismo, y en consecuencia, con el neofascismo actual. Nos pone en la piel de un nazi arrepentido, pidiendo a gritos una segunda oportunidad para él y para quienes le rodean.