Según casi todos los críticos, un año más, la gala de los Oscar ha sido sosa y larga. La verdad es que en esta ocasión no hubo muchas alegrías ni tanta expectación si la comparamos con Hugh Jackman cantando, bailando, presentando y actuando. O con Penélope Cruz y Kate Winslet recogiendo ambas su primer Oscar. Pero a pesar de ello, se ha hecho historia y se ha superado un obstáculo. Cuando Barbra Streisand decía, al abrir el sobre del premio a la mejor dirección, “Well, the time has come…” se despejaban las dudas y la Academia de Cine premiaba a Kathryn Bigelow, como Mejor Directora, la primera mujer en toda la historia de estos galardones. Dedicó el premio a todos los cineastas: “da igual su sexo, lo importante es hacer cine”. Bigelow era la cuarta mujer candidata al Oscar a la mejor dirección después de Lina Wertmüller, Jane Campion y Sofia Coppola.Finalmente la película de Bigelow, En tierra hostil, fue la gran vencedora de la noche con seis premios de los nueve a los que optaba incluyendo mejor película. Sandra Bullock conseguía el premio a la mejor actriz protagonista y Mo’Nique el de mejor actriz de reparto. En el lado masculino, Jeff Bridges y Christoph Waltz, lograban también su reconocimiento.En la alfombra roja no hubo grandes éxitos. Penélope Cruz con su Donna Karan burdeos y las actrices de Precious, Mo’Nique y Gabourey Sidibe, en azul le otorgaron un poco de glamour a la alfombra. La primera de éstas homenajeó con su color azul y su flor en el pelo el vestuario que llevó Hattie McDaniel al recoger su Oscar. McDaniel fue la primera afroamericana que obtuvo el premio gracias a su trabajo en Lo que el viento se llevó.

En nuestra Biblioteca puedes acercarte a Kathryn Bigelow a través de su film K-19: the widowmaker con Harrison Ford y Liam Neeson.

El capitán Mikhail Polenin (Liam Neeson), oficial respetado y querido de la Armada Soviética, es relevado de su puesto al mando del submarino K-19 por Alexei Vostrikov (Harrison Ford). Vostrikov es un oficial cuyo único objetivo es cumplir las misiones que le encomiendan con una voluntad de hierro. Ambos capitanes se enfrentan continuamente en los puestos de mando y cuando el K-19 ha de poner rumbo al oeste, esquivando las instalaciones de la OTAN, una fuga en el sistema de refrigeración en el reactor del submarino atómico provoca que el núcleo de éste poco a poco vaya aumentando su temperatura. Si alcanza los mil grados, el reactor podría fundirse, provocando una catástrofe. Una explosión nuclear tan cerca de una base de la OTAN podría desencadenar la III Guerra Mundial. Tanausú de la Fe, alumno Uc3m

K-19: the widowmaker en la biblioteca