“Libros para entrar en calor”. ¿Qué os sugiere este lema?
– libros calentitos, recién salidos del horno
– libros libridinosos, de los que calientan las entrañas
– libros calenturientos, para mentes retorcidas
– libros de autores tropicales para lectores septentrionales
– libros que ardan bien, para Savonarolas y otros talibanes
– libros hipercalóricos, para estómagos entumecidos
– ebooks recalentados, para electricistas aficionados
– “ninguna de las anteriores”
Alors qu’une canicule sans précédent s’abat sur la ville d’Isola, les inspecteurs du 87e district, Steve Carella et Bert Kling, sont appelés à constater le décès de Jeremiah Newman, fils d’un peintre connu dont il avait hérité toutes les toiles. Les antécédents familiaux, le caractère dépressif du mort, son penchant prononcé pour le whisky, la découverte d’un flacon vide de barbituriques… tout laisse à supposer qu’il s’agisse d’un suicide. Pourtant pour Carella, plusieurs points restent obscurs. En effet, pourquoi, alors que la chaleur est étouffante et l’air irrespirable, Jeremiah aurait-il pris le soin de couper le climatiseur de l’appartement avant de passer à l’acte ?
“Y sí, son siempre lo mismo, una los acaricia, les dice una frase amable, y ahí nomás asoma el machito, no quieren convencerse de que todavía son unos mocosos. Esto tengo que contárselo a Marcial, se va a divertir y cuando mañana lo vea en la mesa de operaciones le va a hacer todavía más gracia, tan tiernito el pobre con esa carucha arrebolada, maldito calor que me sube por la piel, cómo podría hacer para que no me pase eso, a lo mejor respirando hondo antes de hablar, que sé yo.”
La señorita Cora, cuento incluido en Todos los fuegos el fuego.
Es probable que muchas personas que se sirven casi a diario del pimiento en sus diversas variedades, a veces realizando excelentes preparaciones culinarias, desconozcan casi todo sobre el protagonista de sus éxitos. A menudo nos encontramos con el hecho (el pimiento) y sus consecuencias (el empleo en la cocina) y nos percatamos de lo que hay detrás, de los siglos de sabiduría, paciencia y ensayos físicos hasta llegar a disponer de un elemento común, por cotidiano, en el elenco de nuestros simples culinarios.
El avión nos arrebata violentamente del frío glacial y de la nieve para lanzarnos, el mismo día, al abismo candente del trópico. De pronto, cuando apenas nos hemos restregado los ojos, nos hallamos en el centro de un infierno húmedo. Enseguida empezamos a sudar. Si hemos llegado de Europa en invierno, nos libramos de los abrigos, nos quitamos los jerséis. Es el primer gesto de nuestra iniciación, es decir, de la gente del Norte, al llegar a África…
¡Cuántas veces, durante las esperas del Ramadán sobre todo, comtemplaron mis ojos maravillosos ese espectáculo inefable, cuántas veces el corazón, mientras el astro tiránico desaparecía detrás de las dunas, se me oprimió voluptuosa, deliciosa, tristemente!…
Con las contestaciones recibidas y lo que hemos podido encontrar en las baldas de la Biblioteca del Campus de Colmenarejo de la Universidad Carlos III de Madrid hemos preparado una exposición bibliográfica con varios títulos, variopintos, y que ordenamos por temas:
– Tema verano: Towards another summer, de Janet Frame; El bello verano, de Cesare Pavese; Tres días de verano, de Ignacio Careaga
– Tema fuego: Todos los fuegos el fuego, de Julio Cortázar; Crematorio, de Rafael Chirbes
– Tema calor: Hot line, historia de una obsesión, de Francesca Mazzucato; Coup de chaleur, de Ed McBain; Empieza el calor, de Chester Himes… Leer más
– Tema líbido: Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams; Fanny Hill, de John Cleland; Deseo, de Elfriede Jelinek
– Tema Caribe: La maravillosa vida breve de Óscar Wao; El recurso del método, de Alejo Carpentier; Ancho mar de los sargazos, de Jen Rhys
– Tema desierto: Hacia los horizontes azules, de Isabelle Eberhardt; El cielo protector, de Paul Bowles; Voces del desierto, de Nélida Piñón
– Tema África negra: Ébano, de Ryszard Kapuscinski; El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad; Un caso acabado, de Graham Greene
– Tema cocina picante: Pimientos, guindillas y pimentón, de Francisco Abad