Para los que nunca han escuchado hablar de ella, The Wire es una serie policíaca de la HBO cuya historia se desarrolla en Baltimore. Mientras que en EEUU y gran parte de Europa la serie creada por David Simon y Ed Burns se ha convertido en una serie-fenómeno, colmando portadas de revistas y recibiendo un aplauso general tanto de crítica como de público, en España sigue siendo una gran desconocida, emitida tímidamente por la cadena de pago TNT. El panorama español parece estar hecho a medida (cosa de gustos y formas de consumo) para el éxito de series como CSI, y tal vez sea esa la razón por la que The Wire, auténtica cara B de las series policíacas contemporáneas, no funcione.
Es una simple cuestión de condensación y dilatación. Mientras series como CSI condensan la duración de cada investigación (un episodio), los matices y conflictos personales de los personajes, el panorama criminal y profesional en el que se mueven, los trámites burocráticos y los negocios llevados a cabo, etc. en pos del entretenimiento y la comodidad para el espectador (y los guionistas, todo hay que decirlo), The Wire los dilata hasta el límite, sumergiéndonos en una trama compleja y realista. A diferencia de lo acostumbrado, la investigación nunca acaba de cerrarse (ya que, como en la vida real, siempre quedan cabos sueltos y pequeñas raíces preparadas para brotar de nuevo); los personajes son caracterizados hasta el último detalle, con sus contradicciones internas y sus tan humanos defectos, y luchan por combinar la siempre problemática vida personal con una absorbente vida profesional no menos conflictiva; la narración no es en ningún caso complaciente con el espectador, no obliga a los personajes a hablar en exceso ni a vivir en una carrera constante para explicárnoslo todo y mantenernos entretenidos, sino que espera que la comprensión y atracción surjan de la atención prestada a una narración sutil y de la fascinación que produce un relato tan perfectamente engranado.
Comenzando en la primera temporada con el enfrentamiento entre un grupo de policías y un grupo de traficantes de drogas de los barrios pobres, la serie añade a cada temporada una nueva capa (suministro, política, prensa…) para acabar siguiendo hasta el último hilo y diseccionando hasta el último detalle del submundo que se esconde tras la cara visible de una gran ciudad contemporánea. Digna sucesora de The Sopranos, The Wire es una de las mejores series televisivas hechas hasta el momento, una larga y cautivadora película de 60 horas digna de los paladares más sibaritas. Victor Aertsen, alumno UC3M
The Wire (00:57 min.)