John Coltrane, Malcolm X, Angela Davies, Karl Marx, la CIA, la Biblioteca Pública de Brooklyn, el punk, Nixon, el Libro de Ezequiel, Lester Young, África, Hitler, el boogaloo, Golda Meir, Don Cherry, la Biblia, Burt Lancaster, JFK, la revista Life, el FBI: todos ellos personajes del libro. No les leo unos párrafos, que pierde la gracia. Pero si quieren leerlo completo, además de buscarlo en la biblioteca, pueden encontrarlo en: http://www.wumingfoundation.com/italiano/ES_NewThing_pdf.pdf
No-Hay-Nombre-Tengo-Cinco-Nombres-No-Entiendo escribe un “objeto narrativo no identificado”, una novela coral, una recopilación de entrevistas, artículos de periódico, grabaciones de audio, memorias, cartas y más cosas; es la historia de una época y de una idea: el jazz, las luchas por el “poder negro” y los aparatos represivos del gobierno estadounidense, donde los diferentes planos se atraviesan y se cruzan para formar una trama muy sólida. En medio de ese torbellino de nombres y emociones aflora la historia de un asesino múltiple que mata a jazzistas de color vinculados al movimiento del poder negro, y de una periodista dispuesta a descubrir la verdad. John Coltrane se muere y Estados Unidos hierve. El Black Panther Party agita la lucha racial y Ornette Coleman, Pharoah Sanders y otros músicos negros desconstruyen el jazz. El Gobierno ve enemigos en todas partes y el FBI introduce en la escena el Cointelpro (Counterintelligence Program) creado para combatir al Partido Comunista. Primavera de 1967 y, en Brooklyn un asesino en serie insiste en cargarse instrumentistas de free jazz.
Para más información, o menos, según se mire:
http://www.wumingfoundation.com/italiano/spanish_directo.htm
Y les dejo con una representación del free jazz de Ornette Coleman, para abrir boca: